Encuentran en el antiguo taller del alfarero Antoni Tarrés centenares de piezas arqueológicas de la Barcelona premodernista

Una de las piezas descubiertas en el yacimiento.
Una de las piezas descubiertas en el yacimiento.
Noticia | Cultura | Investigación
(26/10/2023)

La Barcelona del siglo XIX era una ciudad en expansión que ampliaba edificios y levantaba nuevas calles en los barrios del Raval y el Gótico, en un momento en el que el Eixample era solo un proyecto. Este crecimiento urbanístico tenía como materia primera la cerámica de tipo terracota, que sustituía la piedra. Si bien los talleres donde se producía esta terracota eran una industria creciente, actualmente solo se conservan los restos arqueológicos de un taller: el del alfarero Antoni Tarrés, que la Universidad de Barcelona excava y documenta desde hace diez años. La campaña de este año ha expuesto centenares de piezas ornamentales elaboradas con la colaboración de escultores como Josep Anicet Santigosa.

Una de las piezas descubiertas en el yacimiento.
Una de las piezas descubiertas en el yacimiento.
Noticia | Cultura | Investigación
26/10/2023

La Barcelona del siglo XIX era una ciudad en expansión que ampliaba edificios y levantaba nuevas calles en los barrios del Raval y el Gótico, en un momento en el que el Eixample era solo un proyecto. Este crecimiento urbanístico tenía como materia primera la cerámica de tipo terracota, que sustituía la piedra. Si bien los talleres donde se producía esta terracota eran una industria creciente, actualmente solo se conservan los restos arqueológicos de un taller: el del alfarero Antoni Tarrés, que la Universidad de Barcelona excava y documenta desde hace diez años. La campaña de este año ha expuesto centenares de piezas ornamentales elaboradas con la colaboración de escultores como Josep Anicet Santigosa.

Si bien el primer año de las excavaciones ya se encontraron piezas escultóricas, ya hacía ocho campañas que el material que se recupera son básicamente elementos de tipo funcional y de carácter constructivo: piezas decorativas de jardín, jardineras y elementos como balaustradas, azulejos o tuberías. Sin embargo, este año se han encontrado nuevamente objetos de tipo escultórico para decorar viviendas. Es el caso de esculturas de personajes femeninos, entre las que destaca una alegoría de Europa, y masculinos, como por ejemplo,  una cabeza que representa a América. También han sacado a la luz abundantes piezas seguramente destinadas a jardines, como la escultura de un tritón y piezas decorativas de fuentes. Del mismo modo, se han recuperado diversos bustos pequeños de personajes con rasgos asiáticos «que responden al gusto de la época por el exotismo», según explica el profesor emérito de arqueología de la UB Josep Maria Gurt. Se ha encontrado incluso la reproducción de una casa que probablemente se usó como elemento de un pesebre.

Un hallazgo que destaca son cinco grandes escudos heráldicos de las casas reales de Suecia y Noruega unificadas; de la familia Bonaparte; del Imperio otomano; de la casa Saboia de Italia y de los zares de Rusia. «Posiblemente son de las décadas de 1860 y 1870 y se fabricaron con motivo de algún evento organizado por la monarquía española», explica Salvador Garcia, profesor honorífico de la Facultad de Bellas Artes de la UB y experto en Antoni Tarrés.

«El estudio del material encontrado este año puede ampliar, y mucho, el repertorio conocido de Tarrés y demostrar su participación en aún más edificios de los que se le atribuyen hasta ahora», concluye. Actualmente, hay identificados hasta sesenta trabajos de Tarrés en diversos edificios de Barcelona.

Un periodo poco conocido de la arquitectura en Barcelona

Los restos arqueológicos están situados en el Raval; de hecho, el taller del ceramista Tarrés está situado en el solar de la misma Facultad de Geografía e Historia de la UB. Josep Maria Gurt explica que es un punto de referencia para conocer la arquitectura de Barcelona «en periodo de expansión, en el cual industriales como Tarrés trabajaron cojuntamente con escultores». Jacinto Sánchez, director de las excavaciones arqueológicas, recuerda que las autoridades municipales del siglo XIX establecieron que se podía aumentar la altura de los edificios «con fachadas de buen gusto arquitectónico y riqueza en los ornamentos». Esta normativa marcó la producción de industriales como Tarrés y propició el trabajo conjunto con escultores como Santigosa. La colaboración entre los dos comenzó en 1841 y duró diversas décadas.

El arte modernista supuso el declive del uso de la terracota. Este material, con su color característico entre rojizo y ocre, fue reemplazado por la cerámica vidriada y pintada con múltiples colores. La fábrica Tarrés ilustra básicamente esta Barcelona premodernista, un periodo poco estudiado por la historia de la arquitectura y el urbanismo.

Las excavaciones en el yacimiento son posibles gracias a un convenio entre la Universidad y el Ayuntamiento de Barcelona, que es la entidad titular del solar.

Galería multimedia

Presentación a los medios de comunicación de los hallazgos arqueológicos.

Un hallazgo que destaca son cinco grandes escudos heráldicos de casas reales.

En la mesa, de izquierda a derecha, Ricardo Piqueras, decano de Geografía e Historia, Josep Maria Gurt, profesor emérito de Arqueología, Salvador Garcia, profesor honorífico de la Facultad de Bellas Artes, y Jacinto Sánchez, director de las excavaciones.