Serrat y Bonet, investidos honoris causa

Reportaje | Institucional | Académico
(06/03/2023)

El doctorado honoris causa es la máxima distinción que la Universidad de Barcelona concede a una persona en reconocimiento a sus méritos y a su trayectoria en el ámbito académico, científico o cultural, de sus valores, y de su especial vinculación con la Universidad. No es la primera vez que la UB concede el doctorado honoris causa a una personalidad del mundo de la música: en 1979 lo recibió el compositor Frederic Mompou; en 1987, la soprano Victoria dels Àngels; en 2003 el director de orquesta italiano Ricardo Mutti; en 2006, el también director Jordi Savall, y en 2010, la soprano Montserrat Caballé.

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06/03/2023

El doctorado honoris causa es la máxima distinción que la Universidad de Barcelona concede a una persona en reconocimiento a sus méritos y a su trayectoria en el ámbito académico, científico o cultural, de sus valores, y de su especial vinculación con la Universidad. No es la primera vez que la UB concede el doctorado honoris causa a una personalidad del mundo de la música: en 1979 lo recibió el compositor Frederic Mompou; en 1987, la soprano Victoria dels Àngels; en 2003 el director de orquesta italiano Ricardo Mutti; en 2006, el también director Jordi Savall, y en 2010, la soprano Montserrat Caballé.

En un Paraninfo repleto, con muchas caras conocidas del mundo de la política, el deporte, la música y la comunicación, la Universidad ha otorgado el doctorado honoris causa a Joan Manuel Serrat y a Maria del Mar Bonet por «haber contribuido de forma decisiva, a través del grupo musical Els Setze Jutges, a la renovación de la música popular catalana en el marco de la lucha por la recuperación de la lengua y la cultura y contra el exterminio cultural del franquismo». Otras razones de peso para hacerles merecedores de esta distinción han sido la recuperación de la música tradicional y popular y de «los grandes poetas de ayer y de hoy», «la excelencia en el arte de la composición y la interpretación musical y poética» y su «compromiso con las causas de la libertad, la solidaridad, la democracia y los derechos humanos».

El padrino de Serrat y de Bonet, el profesor de la Facultad de Geografía e Historia y vicerrector de Patrimonio y Actividades Culturales Agustí Alcoberro, ha comenzado su discurso destacando los méritos conocidos de los dos músicos, y la excelencia y popularidad de sus trayectorias. «Fueron el número 13, en 1965 y el 14, en 1966, de Els Setze Jutges, unos auténticos renovadores del panorama cultural en pleno franquismo y se convirtieron en líderes de una generación que quería cambiar las cosas; que estaban hartos de la dictadura y del autoritarismo». Alcoberro ha recordado el artículo seminal de Lluís Serrahima Ens calen cançons d’ara, que propició el inicio de la Nova Cançó, y el hecho de que tanto Serrat como Bonet ya formasen parte de la segunda tanda de artistas, los cuales los profesionalizaron como músicos. Ha destacado también la labor como «renovadores del cancionero popular, construyendo un universo artístico propio y musicando a grandes poetas de la literatura catalana —y también castellana, en el caso de Serrat». Ha dibujado también una panorámica de la trayectoria artística de los dos artistas, caracterizando sus canciones y álbumes más significados, y ha resaltado la «causa por la libertad y la democracia que Serrat ha representado también en Latinoamérica, sobre todo en Argentina, Chile y México». También ha aprovechado para reflexionar sobre el reconocimiento de la UB a los músicos y artistas. «El 18 de enero de 1939, una semana antes de la ocupación franquista de la ciudad, la UB, con Pere Bosch Gimpera como rector, concedió el doctorado honoris causa a Pau Casals. Ese acto tuvo la emoción de una despedida colectiva pero también como testigo de una causa», ha explicado.

En su intervención, Maria del Mar Bonet ha recordado que empezaron a cantar en Barcelona hace 56 sños. «Ha sido primordial en mi desarrollo como artista —ha dicho sobre la ciudad de Barcelona—. En esa época cantar significaba ir contra el régimen franquista, pero también significaba componer y cantar». Ha tenido palabras de reconocimiento para Lluís Serrahima y para elrecientemente desaparecido Josep M. Espinàs. «Por sus inestimables consejos y la defensa que me inculcaron de cantar en catalán como si no fuera una lengua perseguida y restringida», ha explicado. Asimismo, ha tenido un recuerdo emocionado por Siria, «país en guerra, y en el que compuse el disco Amic e amat», y por su amigo Joan Manuel Serrat «que siempre ha sido un referente mío, desde la gran impresión que me dio la primera vez que le vi». Aprovechando que el 8 de marzo es el Día Internacional de las Mujeres, ha finalizado su intervención con la interpretación — de la canción popular mallorquina Madona de sa cabana, acompañada al piano por Dani Espasa.

Han contribuido de forma decisiva, a través del grupo musical Els Setze Jutges, a la renovación de la música popular catalana en el marco de la lucha por la recuperación de la lengua y la cultura y contra el exterminio cultural del franquismo.

Por su parte, Joan Manuel Serrat ha tenido un recuerdo por los profesores de la UB que fueron sus maestros: «Oriol de Bolós, Prevosti, Pons Perafita… y sobre todo el doctor Ramon Margalef, al que considero uno de los mayores científicos que ha dado este país en los últimos cincuenta años». Ha centrado su discurso en el oficio de cantar. «Fue de otros de quien aprendí el oficio de cantar, y espero también haber estimulado a otros a hacerlo —ha manifestado— cantando conjuras los demonios y realizas tus sueños. Las canciones viven en nuestra memoria y nos acompañan a lo largo de su vida. Nos despiden de los muertos y duermen a los bebés. Se cantan las hazañas y se enamora el amor». Ha finalizado su intervención recordando la semilla de la ecología que le contagiaron sus maestros en la UB, y ha cantado Pare, acompañado por Josep Mas ‘Kitflus’.

Cuando han acabado sus respectivos discursos y sus interpretaciones, Serrat y Bonet han interpretado conjuntamente Cançó de l’amor petit.

Tras la investidura, el presidente del Consejo Social, Joan Corominas, ha intervenido para destacar la trayectoria de ambos artistas, «destacando la recuperación los repertorios populares, haciendo de puente entre culturas», y ha subrayado que ambos son un «ejemplos de coherencia, sensibilidad y de valores democráticos».

El rector, Joan Guàrdia, ha cerrado el acto manifestando: «Hacía tiempo que este Paraninfo no se llenaba de tanta emoción, sonrisas y alguna lágrima. Hoy la UB está de fiesta». Ha destacado que la obra de Serrat y de Bonet «es un lugar común en el que muchos nos encontramos. Su labor ha permitido poner en valor elementos históricos de gran valor». Ha concluido su intervención destacando: «La UB es la catedral laica de la ciencia, y que en estos tiempos frágiles que nos toca vivir, los nuevos honoris causa que hoy hemos conferido han tenido el talento de dejar huella. Esto demuestra que la fragilidad y la mediocridad siempre será vencido por el trabajo, el talento, la verdad y el sacrificio».

El acto se ha podido seguir en línea a través de UBtv. Se pueden ver fotografías del acto en el álbum de Flickr.