Ser UB
Que la Universidad de Barcelona es una de las instituciones más potentes del país lo demuestran ampliamente las cifras: una comunidad universitaria formada por más de 70.000 personas, entre personal docente e investigador (PDI), personal de administración y servicios (PAS) y estudiantes; más de 8.000 trabajadores en plantilla; una producción científica que supera los 5.700 artículos científicos, con 877 proyectos de investigación activos y 541 tesis doctorales defendidas durante el último curso; 116 convenios vigentes con algunas de las 200 mejores universidades de todo el mundo y 54 programas Erasmus+ que atraen a más de 10.400 estudiantes extranjeros; 2.100 participantes en los proyectos de Voluntariado UB; más de 7.000 miembros de la red de exalumnos Alumni UB. Todos estos datos reflejan sin duda el liderazgo de la UB en la docencia universitaria de Cataluña, la excelencia de su investigación a escala internacional (destacada por los mejores rankings), y su implicación en la vida social y cultural del entorno.
Pero una institución no puede definirse solo mediante estadísticas. Las cifras frías no pueden reflejar el sentimiento de pertenencia de unos colectivos que son heterogéneos en cuanto a sus necesidades y anhelos, pero que comparten un rasgo común: ser y sentirse UB.
Una universidad de las personas
Naturalmente, cada miembro de la comunidad universitaria tiene su propia vivencia de la UB, su manera de ser UB.
El rector de la Universidad de Barcelona, Joan Elias, explica que lo que ha permitido a la Universidad de Barcelona mantener su credibilidad y reputación a lo largo de los años ha sido «ser una universidad con proyección internacional que quiere ser líder en docencia, investigación y transferencia de conocimiento».
Para Mila Pérez, miembro del PAS en el Gabinete Técnico del Rectorado, la Universidad de Barcelona «es una institución histórica que ejerce un liderazgo social y lo hace de forma comprometida y responsable. Representa el saber, la búsqueda de conocimiento, el espíritu crítico, la igualdad y la excelencia, y transmite todos estos valores a sus estudiantes, a sus colaboradores y a la misma sociedad».
Angelika Kiss, alumna de tercer curso de Estudios Literarios, explica que la Universidad de Barcelona funciona como punto de encuentro que le ha permitido conocer a personas increíbles de diversos lugares del mundo. «Gracias a la universidad, nos hemos convertido en una gran familia con la que compartir algunos de los años más importantes de nuestras vidas y recorrer este camino, rodeados, siempre, de grandes profesionales que nos apoyan y nos impulsan a seguir adelante y dar la mejor versión de cada uno de nosotros», asegura.
También la estudiante Martina Gríful, del grado de Biología, define su vivencia así: «La experiencia en la Universidad de Barcelona me ha resultado muy positiva; me ha abierto las puertas a nuevas oportunidades y retos que me han hecho crecer tanto en la vertiente vocacional como personal, que he podido compartir con gente fantástica».
El catedrático Javier Velaza, decano de la Facultad de Filología y Comunicación, destaca: «Ser UB representa formar parte de la institución más importante del país en creación y difusión de conocimiento científico y tecnológico, en formación de profesionales y en educación crítica de ciudadanas y ciudadanos. Desde este punto de vista, participar de la comunidad UB en cualquiera de sus colectivos —profesorado, estudiantado, personal de administración y servicios o alumni— supone un orgullo, pero al mismo tiempo conlleva una alta responsabilidad y un compromiso irrenunciable con los mejores valores de nuestra sociedad».
Por su parte, el profesor Jordi Garcia, de la Facultad de Educación, señala que la UB le ha permitido participar «en una tradición académica que ama la cultura y organiza seminarios para suscitar un ambiente de estudio». «Además, es una oportunidad de amplificar mis conocimientos junto a grandes profesores», resalta García.
Liderazgo, crecimiento personal, compromiso, tradición, oportunidad, conocimiento… Todo este conjunto de conceptos y valores constituyen, en las voces de la comunidad UB, los rasgos de una identidad compartida con orgullo y sentido de la responsabilidad que sintetizan el sentimiento de ser UB.
Tal como afirma el rector Elias en el prólogo del libro Breu història de la UB, de Montserrat Fullola Pericot, «la Universidad de Barcelona se proyecta con firmeza hacia el futuro. Acercarse a la historia de la Universidad de Barcelona es comprender las dificultades, las adversidades de cada tiempo, así como el esfuerzo y la capacidad de innombrables personas —algunas, conocidas, y otras, incontables, anónimas— que han hecho posible la realidad de hoy».