Proyecto Challenge: estudiar el impacto humano y los peligros naturales que amenazan a los ecosistemas marinos en la Antártida

El proyecto Challenge contribuirá a potenciar el conocimiento en ecología marina antártica.
El proyecto Challenge contribuirá a potenciar el conocimiento en ecología marina antártica.
Investigación
(14/02/2023)

La península Antártica —desde la isla Adelaida hasta la bahía Esperanza— las islas Shetland del Sur y la isla Elefante es la región marina de estudio de la segunda campaña científica Challenge, iniciada el mes de enero y dirigida por la catedrática Conxita Ávila, de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona.

El proyecto Challenge contribuirá a potenciar el conocimiento en ecología marina antártica.
El proyecto Challenge contribuirá a potenciar el conocimiento en ecología marina antártica.
Investigación
14/02/2023

La península Antártica —desde la isla Adelaida hasta la bahía Esperanza— las islas Shetland del Sur y la isla Elefante es la región marina de estudio de la segunda campaña científica Challenge, iniciada el mes de enero y dirigida por la catedrática Conxita Ávila, de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona.

Durante este verano austral, la segunda campaña Challenge en latitudes antárticas contribuirá a mejorar el conocimiento sobre la biología y la ecología marinas de estos ecosistemas extremos, amenazados cada vez más por el impacto del cambio global y decisivos en el equilibrio ecológico de todo el planeta.

Hasta el 7 de marzo, el equipo ampliará las líneas de estudio iniciadas en proyectos anteriores a la Antártida. Abrirá nuevas vías de investigación para analizar los cambios en las interacciones ecológicas; evaluar las transformaciones en la biodiversidad; determinar experimentalmente la acidificación y la biomineralización; cuantificar la basura marina —en especial, los plásticos— en la columna de agua, en el sedimento y en los invertebrados bentónicos, e integrar en el estudio los vínculos entre los diversos agentes relacionados con el cambio ambiental.

«Challenge tiene como objetivo analizar y describir experimentalmente las presiones humanas y los peligros naturales que desafían al bentos marino antártico. Con esta finalidad, queremos determinar cómo factores como el aumento de la temperatura o la acidificación del océano afectan a organismos bentónicos seleccionados, cómo se ven afectados los cambios en las interacciones ecológicas y la ecología química, así como la simbiosis, las enfermedades o la aparición de especies invasoras», explica la profesora Conxita Ávila, del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB.

Con el apoyo del buque de investigación oceanográfica BIO-Hespérides, el equipo realizará diversas inmersiones para estudiar el bentos antártico —los organismos que habitan en el fondo marino—, recoger muestras y realizar estudios experimentales en los equipamientos científicos in situ. También está previsto utilizar un vehículo submarino no tripulado dirigido por control remoto (ROV) y aplicar diversas técnicas —como la red de arrastre para el muestreo de la superficie del océano o manta trawl— para estudiar las características de los ecosistemas antárticos.

La integración de los resultados del proyecto Challenge en el conocimiento general previo sobre la península Antártica y las áreas más cercanas generará un enorme conjunto de datos y de información útil para la comunidad científica internacional. En este contexto, la aplicación de la evaluación del buen estado ambiental (GES) permitirá establecer un sistema de descriptores e indicadores para proponer una definición operativa de GES para esta área antártica. De esta forma, se dispondrá de una herramienta de interés potencial para evaluar posibles actividades adicionales en el continente antártico. Las campañas dirigidas por la catedrática Ávila en regiones antárticas —Ecoquim, Actiquim, Distantcom y Bluebio— han contribuido a perfilar un mapa más detallado de la biodiversidad en ecosistemas extremos, con el descubrimiento de nuevas especies de invertebrados marinos y la identificación de productos de origen marino con interés potencial en farmacología, entre otras contribuciones.

En el proyecto Challenge también colaboran equipos de la empresa NO-LOGO Proyecto, el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC), la Universidad de Cádiz, el Instituto de Química Biomolecular (ICB-CNR) y la Estación Zoológica Anton Dohrn (SZN) de Italia, la Universidad de la República (Uruguay), la Universidad de Duisburg-Essen (Alemania) y la Unidad Subacuática de los Mossos d'Esquadra de Catalunya.

 

Fotografías: proyecto Challenge