La UB se adhiere a la totalidad de la Carta Universitaria de la Lengua

Noticia | Institucional | Académico
(13/09/2023)
La Universidad de Barcelona se ha adherido a todos los principios y recomendaciones que establece la Carta Universitaria de la Lengua. Este documento, aprobado por unanimidad por el Consejo General de la Red Vives de Universidades, supone un paso decidido para el avance social de la lengua propia en la universidad y, por extensión, en el conjunto de la sociedad.
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13/09/2023
La Universidad de Barcelona se ha adherido a todos los principios y recomendaciones que establece la Carta Universitaria de la Lengua. Este documento, aprobado por unanimidad por el Consejo General de la Red Vives de Universidades, supone un paso decidido para el avance social de la lengua propia en la universidad y, por extensión, en el conjunto de la sociedad.
La UB se adhiere a los siete principios de la Carta Universitaria de la Lengua y se compromete a aplicar las cuarenta y cinco recomendaciones que se detallan. Si bien el documento recoge la posibilidad de una adscripción variable —es decir, de suscribirse solo a algunas de las recomendaciones que figuran en ella—, la UB ha decidido aplicarlas todas. «La Carta es plenamente coherente con la política lingüística de la UB. Como miembros de la Red Vives de Universidades, y como universidad comprometida en hacer del catalán una lengua de prestigio universitario, asumimos la totalidad de las recomendaciones», explica el vicerrector de Relaciones Institucionales, Comunicación y Política Lingüística de la UB, Jordi Matas.

La Carta Universitaria de la Lengua establece una declaración de principios basada en el catalán como lengua común de las veintidós universidades que componen la Red. En concreto, los siete principios de la Carta hacen referencia al catalán en las universidades como lengua de uso institucional; lengua de gestión; lengua de docencia; lengua de investigación; lengua de publicación; lengua de comunicación y divulgación del conocimiento, y lengua de internacionalización.

El documento se convierte en un marco para, mediante principios, recomendaciones e indicadores, hacer el seguimiento de la política lingüística, siempre teniendo en cuenta el marco legal de los diferentes territorios del dominio lingüístico. La Carta tiene que permitir particularizar estrategias y encarar retos como la transformación tecnológica, el multilingüismo o la globalización. «Se trata de un hito histórico que culmina todo un esfuerzo de consenso para fichar un marco de usos lingüísticos orales y escritos de la lengua», apunta Jordi Matas.