La Facultad de Psicología cumple 40 años

Presidieron el acto el rector, Joan Guàrdia, exalumno y catedrático de la Facultad, y el decano actual, Antonio Solanas.
Presidieron el acto el rector, Joan Guàrdia, exalumno y catedrático de la Facultad, y el decano actual, Antonio Solanas.
Noticia | Institucional
(27/02/2023)
Presidieron el acto el rector, Joan Guàrdia, exalumno y catedrático de la Facultad, y el decano actual, Antonio Solanas.
Presidieron el acto el rector, Joan Guàrdia, exalumno y catedrático de la Facultad, y el decano actual, Antonio Solanas.
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27/02/2023

El jueves 23 de febrero se celebró, en la sala de grados de la Facultad de Psicología, el acto «40 años de la Facultad de Psicología de la Universidad de Barcelona: perspectivas de las decanas y decanos», como apertura de los actos de conmemoración del aniversario de la creación de la Facultad.

Presidieron el acto, que se desarrolló en una sala llena de docentes de varias generaciones, el rector, Joan Guàrdia, exalumno y catedrático de la Facultad, y el decano actual, Antonio Solanas. Intervinieron los ocho decanos y decanas que ha tenido la Facultad de Psicología a lo largo de estos cuarenta años, para desgranar recuerdos personales y académicos en un tono ameno y distendido. No faltaron confesiones discretas y alguna crítica amable matizada por el paso del tiempo sobre la creación de la Facultad a finales de los sesenta, en pleno tardofranquismo, y en torno a su evolución posterior.

Abrió el turno de intervenciones el catedrático emérito Jaume Arnau, quien esbozó el «periodo de emancipación»: desde 1968, cuando la psicología era una materia que se impartía en la licenciatura de Filosofía y Letras, hasta su creación de la licenciatura de Psicología, en 1977, en la nueva Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación. Asimismo, evocó la lucha por la creación de la Facultad durante el período 1979-1983, que culminó con la publicación de un real decreto, el 28 de septiembre de 1983, por el que la Sección de Psicología de la Facultad de Ciencias de la Educación se transformaba, por último, en Facultad de Psicología.

El decanato de Antoni Caparrós (1938-2001) fue recordado por Mari Carmen Giménez, quien hizo un parecido de Caparrós como maestro y formador de una generación de psicólogos y como gestor universitario, y del que destacó los principios directores: autonomía universitaria, catalanidad, transferencia del conocimiento y pensamiento crítico.

Acto seguido, Carme Triadó recordó el hito más destacable de sus dos mandatos: el traslado de la Facultad al Campus Mundet. Recordó todas las luchas y conflictos que esto provocó en ese momento, en época del párroco Josep M. Bricall.

Continuó Josep Maria Tous, quien en una breve intervención habló de su mandato. Destacó el nivel de los trabajos de investigación que se elaboraban en la Facultad y el trabajo que se llevó a cabo para evitar la endogamia universitaria.

La siguiente intervención corrió a cargo, de nuevo, de Mari Carmen Giménez, quien recordó las vicisitudes de su período y puso el foco en el proyecto fallido de crear una clínica propia de la Facultad, proyecto que acabó viendo la luz 2020 en el edificio Espinalb.

A continuación, Montserrat Freixa recordó el desmantelamiento de las divisiones y la redacción del Libro blanco de psicología, así como la llegada de los grados y masters en sustitución de las licenciaturas.

Seguidamente, Miquel Viader recordó el ingente trabajo que supuso la entrada en el espacio europeo de educación superior, con la consiguiente reformulación de los planes de estudios y de los créditos y la implementación de la evaluación continuada, y los conflictos con los estudiantes que esto conllevó.

Por último, Josep Batista recordó la implantación de las acreditaciones durante su mandato y la creación de la ansiada Clínica Psicológica de la UB.

Cerró el acto el rector, quien puso de manifiesto la «necesidad de este tipo de actos de memoria» y constató que «el camino realizado en estos cuarenta años ha sido extraordinario». «Hemos visto nacer esta facultad, con un equipamiento escaso y pobre, y actualmente somos la número uno del Estado y una de las cincuenta mejores del mundo», afirmó. En este sentido, hizo una defensa encendida del oficio universitario tal y como lo entendía el rector Caparrós, uno de sus maestros. «Nuestro trabajo es pisar territorios ignotos y dar respuesta a problemas que no los tienen. La universidad, por definición, debe ser incómoda y crítica», concluyó.