Ucrania: año uno

Reportaje | Institucional
(24/02/2023)

El 24 de febrero del 2022, Rusia inició un ataque sin precedentes en Ucrania. Empezaba una invasión a gran escala que ha ocasionado 8.000 civiles fallecidos y seis millones de refugiados, según datos de la ONU. A día de hoy, no se vislumbra una solución real al conflicto, lo que hace pensar que el fin de la guerra aún queda lejos.

Reportaje | Institucional
24/02/2023

El 24 de febrero del 2022, Rusia inició un ataque sin precedentes en Ucrania. Empezaba una invasión a gran escala que ha ocasionado 8.000 civiles fallecidos y seis millones de refugiados, según datos de la ONU. A día de hoy, no se vislumbra una solución real al conflicto, lo que hace pensar que el fin de la guerra aún queda lejos.

La Universidad de Barcelona puso en marcha un programa de apoyo para la comunidad universitaria ucraniana en abril de 2022. Esta iniciativa ha permitido acoger a personal docente e investigador y a estudiantes de Ucrania con el objetivo de ofrecerles la posibilidad de un nuevo comienzo. Una de estas personas es Olena Nifatova, profesora del Departamento de Economía y Empresa en la Universidad Nacional de Tecnología y Diseño de Kiev. El estallido de la guerra la empujó a buscar un lugar seguro para su familia. La UB le dio la oportunidad de reanudar su vida: «La UB se ha convertido en una segunda casa; un sitio donde puedo seguir desarrollando mi creatividad», dice Nifatova, que ahora trabaja en el Instituto de Investigación de Economía (BEAT) de la Facultad de Economía y Empresa de la UB.

La profesora, que define su año en la UB como «interesante, productivo, cómodo y amable», ha podido integrarse de forma rápida y efectiva en el nuevo entorno profesional: «Desde el primer día, sentí la amabilidad de los compañeros de la universidad. Esto me ha permitido desarrollar actividades, como la participación en un curso de sostenibilidad global en la universidad, experiencia que después he podido aplicar en programas educacionales de universidades ucranianas». «Estar en la UB significa tener nuevas oportunidades constantemente para crecer profesionalmente. Estoy muy agradecida», reconoce Nifatova.

Oleksandr y Maryna Martynenko llegaron al aeropuerto de El Prat la noche del 26 de marzo. Les esperaba el profesor de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, Xavier Pastor. Pastor había colaborado con Oleksandr a finales de los años noventa y, cuando empezó la guerra, no dudó en proponerle al matrimonio Martynenko que vinieran a la UB. Fueron los primeros ucranianos que llegaron a la Universidad. Oleksandr ha trabajado este año como profesor visitante de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la UB y también ha sido miembro de la Unidad de Informática Médica del Departamento de Cirugía y Especialidades Médico-quirúrgicas del Hospital Clínic.

Martynenko reconoce que está «plenamente integrado en la investigación y en las actividades académicas» de la Universidad. En estos momentos colabora en varios proyectos de investigación, enfocados en el análisis de los datos biomédicos con algoritmos matemáticos. Uno de ellos investiga la leucemia linfocítica crónica y consiste, concretamente, en construir estrategias que permitan acelerar la detección de la enfermedad gracias al análisis de los genomas de los pacientes combinados con biomarcadores y datos fenotípicos. Por otra parte, también es docente de las asignaturas de informática médica y telemedicina, que se imparten en el grado en Ingeniería Biomédica; y de gestión y organización de la información biomédica y conocimiento, del máster en Ingeniería Biomédica. «Tengo el compromiso intacto de ofrecer mi conocimiento y mi experiencia para ayudar al progreso de la ciencia en estos ámbitos, tanto en España como en Ucrania, con un espíritu abierto de colaboración académica internacional», explica Oleksandr Martynenko.

«Estar en la UB significa tener nuevas oportunidades constantemente para crecer profesionalmente. Estoy muy agradecida», reconoce Nifatova.

Por su parte, Maryna Martynenko se ha incorporado a la Universidad de Barcelona como profesora visitante de la Facultad de Economía y Empresa. «Tengo el placer y honor de poder trabajar con Germà Bel en temas de política social y problemas de salud», comenta Martynenko, que añade que «la UB es un entorno democrático y progresivo para establecer comunicaciones profesionales». Maryna Martynenko agradece al profesor Joan Ramon Borrell su apoyo «en mi integración y adaptación» al nuevo entorno profesional de la Facultad de Economía y Empresa.

«La UB me ha permitido formarme en áreas innovadoras como la información biomédica, de la mano del profesor Xavier Pastor, y participar en la preparación del módulo de economía y marketing del máster en Ciencia de Datos Biomédicos», comenta Martynenko. «La experiencia vivida en la Universidad está siendo muy positiva. Sólo tengo palabras de agradecimiento hacia el rector Joan Guàrdia; el vicerrector de Política de Internacionalización, Raúl Ramos, y al equipo de Solidaridad UB, no sólo por abrir las puertas a los investigadores ucranianos, sino también por demostrar su compromiso con la ciencia mundial y los principios democráticos», concluye.

Marta Konovalova ejercía la docencia en una universidad de Kíev cuando estalló la guerra. Konovalova se trasladó a Barcelona para incorporarse como profesora visitante del CEI International Affairs, institución vinculada a la UB que trabaja en el ámbito de la diplomacia y las relaciones internacionales. «Me han dado muchas oportunidades para continuar mi investigación en la UB. He participado en conferencias, he aprendido sobre gestión organizacional y he podido impartir clases. Además, la bienvenida de los compañeros y estudiantes fue excepcional: me ayudaron a sentirme una más desde el primer momento», dice la profesora.

Resultados del programa de apoyo a Ucrania

Durante este primer año de conflicto, los resultados del programa de apoyo que puso en marcha la UB han sido satisfactorios. Así lo reconoce Raúl Ramos, vicerrector de Política de Internacionalización de la UB: «Durante este año hemos aprendido más de nuestras amigas y de amigos ucranianos de lo que les hemos podido aportar. Su fortaleza y compromiso con nuestra universidad, pero también con sus universidades de origen, son de admirar».

En total, se han contratado a catorce profesores ucranianos dentro de la iniciativa de acogida temporal. La UB colabora con el proyecto Ukraine Global Faculty, del Ministerio de Educación ucraniano, que tiene como objetivo impartir docencia en línea a los estudiantes del país. La universidad también ha pedido financiación al programa Erasmus+ en la convocatoria KA171 para reactivar las movilidades del personal de administración y servicios, del personal docente e investigador y de los estudiantes desde las universidades ucranianas hacia Barcelona.

Por otra parte, la Fundación Solidaridad UB puso en marcha un curso de transición a los estudios universitarios dirigido sólo a estudiantes de Ucrania que hubieran huido del conflicto. El curso, que tuvo lugar de mayo a septiembre de 2022, acogió a catorce alumnos (trece chicas y un chico). La mayor parte de ellos ha decidido continuar sus estudios universitarios, tanto en la UB como en otras universidades.

Una brecha de esperanza

Los cuatro profesores entrevistados comparten sentimientos de resiliencia emocional y confianza en una solución positiva para el futuro de su país. Olena Nifatova reconoce que la «preocupación por los amigos que todavía quedan en Ucrania» sigue siendo intensa. Sin embargo, confía en que su país puede ganar la guerra: «Ucrania tiene el apoyo del mundo civilizado que valora los derechos humanos, la democracia y la libertad». Oleksander Martynenko también confía «en la victoria de Ucrania y de sus aliados en estos tiempos tan difíciles”. Maryna se suma a la reflexión de su compañero y pide que «la paz llegue pronto», al tiempo que agradece «toda la ayuda prestada». «Ucrania se ha convertido en una herramienta diseñada para preservar el orden mundial, para mostrar que el imperialismo y la autocracia serán derrotados y los valores occidentales permanecerán», dice Marta Konovalova, que añade que han demostrado tener firmeza y un «carácter resistente y, por tanto, confío en nuestra victoria».