Formación, trabajo en equipo y igualdad: el triple de Laia Palau

Laia Palau, en un momento de la lección inaugural.
Laia Palau, en un momento de la lección inaugural.
Reportaje | Académico
(30/09/2022)
De lucir la esvástica nazi hasta ejercer de plataforma de movimientos en defensa de los derechos y libertades, como la primera Asamblea Libre de Estudiantes de 1957. De agasajar a Franco dentro de sus muros hasta ser el altavoz de las Jornadas Catalanas de las Mujeres de 1976. A lo largo de los últimos 150 años, en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona se han escrito páginas fundamentales de la historia de la ciudad y del país, algunas honrosas y otras para olvidar. Ayer, esta majestuosa sala se vistió de gala, una vez más, para celebrar la inauguración del curso académico 2022-2023, momento en el que la Universidad de Barcelona conmemora el siglo y medio de la primera lección inaugural.
Laia Palau, en un momento de la lección inaugural.
Laia Palau, en un momento de la lección inaugural.
Reportaje | Académico
30/09/2022
De lucir la esvástica nazi hasta ejercer de plataforma de movimientos en defensa de los derechos y libertades, como la primera Asamblea Libre de Estudiantes de 1957. De agasajar a Franco dentro de sus muros hasta ser el altavoz de las Jornadas Catalanas de las Mujeres de 1976. A lo largo de los últimos 150 años, en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona se han escrito páginas fundamentales de la historia de la ciudad y del país, algunas honrosas y otras para olvidar. Ayer, esta majestuosa sala se vistió de gala, una vez más, para celebrar la inauguración del curso académico 2022-2023, momento en el que la Universidad de Barcelona conmemora el siglo y medio de la primera lección inaugural.

El acto, imbuido con el aire de solemnidad que infundió el Canticorum iubilo, interpretado por el Coro UB, empezó con un recordatorio de los miembros de la comunidad UB traspasados ​​durante el último curso. A continuación, los periodistas Ariadna Oltra y Xavier Bundó esbozaron las líneas maestras de una ceremonia que tendrían como hilos conductores la emotividad y el homenaje.

Tras la tradicional presentación de la Memoria del curso académico 2021-2022 a cargo de la secretaria general de la UB, Marina Solé, se entregaron las distinciones a la calidad docente del Consejo Social de la UB a Francesca Peiró, catedrática del Departamento de Ingeniería Electrónica y Biomédica, y al Grupo de Innovación Docente en Comunicación y Medios Audiovisuales, representado por la profesora María Ángeles García.

A continuación, el actor Jaume Comas realizó una lectura teatralizada de un fragmento del primer discurso inaugural que se leyó en el Edificio Histórico, en octubre de 1872. Como entonces hizo Felip Vergés, decano de la Facultad de Derecho, Comas se imbuyó del espíritu de renovación y de ilusión que predominaba entre los miembros de la UB al ver culminado el viejo deseo de tener un nuevo edificio para una universidad que hacía treinta años que había vuelto del destierro a Cervera. «La fiesta académica que hoy solemnizamos, por primera vez, en la nueva Universidad de Barcelona con justo motivo llama la atención, no sólo del excelentísimo señor Rector y Claustro […], sino además, y muy especialmente, de nuestras autoridades judiciales y civiles, provinciales y municipales […]. Felicitémonos pues por él, y esperemos que han de venir pronto días más tranquilos […] ¡Ya tenemos casa!»

Fue también en la Universidad de Barcelona que se matriculó la primera mujer universitaria del Estado, Elena Maseras. El Aula de Teatro de la UB homenajeó a Maseras y también a Dolors Aleu y Martina Castells, precursoras de la introducción de la mujer en la universidad. Las tres vivieron la incomprensión y las dificultades inherentes a formarse en la universidad, por razones de género. «Estas papeletas son falsas», espetó a Maseras el Dr. Tomás Santero, miembro del tribunal que le evaluaba de la asignatura de Historia de la Medicina. «Pues han sido expedidas por la secretaría de esta Universidad [Universidad Central de Madrid]», le respondió Maseras. «Sean verdaderas o falsas, no queremos doctoras con faldas», sentenció Santero.

La Universidad de Barcelona también ha sido cuna de eminentes intelectuales y científicos. Uno de los más destacados fue el poeta Joan Maragall, quien estudió Derecho en la UB. En sus Notas autobiográficas, Maragall, dudoso sobre su futuro y decepcionado por tener que trabajar en la fábrica textil familiar, ve como un triunfo su llegada a la universidad. El actor Jep Barceló interpretó un fragmento: «Temblando yo de emoción, entramos en el vestíbulo de la universidad y dije sonriendo con todo el candor a mi compañero: “Entro por primera vez en el templo de la sabiduría”. Él se rió medio de un modo que me hizo pensar: “Este desgraciado no ama la ciencia en todo lo que ella vale”».

En 1976, España apenas despertaba de la oscuridad del franquismo. Ese año, el Paraninfo de la Universidad acogió uno de los actos esenciales de la transición: las primeras Jornadas Catalanas de la Mujer, con 4.000 asistentes. Ariadna Oltra puso voz a un fragmento de la obra Maig de les dones: crònica d’unes jornades, de Teresa Pàmies, en la que la escritora explica su encuentro con la abogada Magda Oranich y su entrada en «el imponente Paraninfo de la Universidad de Cataluña, que todavía se llama Central»: «Nunca había puesto los pies en él. Me impresiona su estatura y su decoración bizantino-mudéjar. Al fondo, la imagen de la Inmaculada Concepción, un cuadro demasiado pequeño para todo el espacio que le rodea».

Cuatro momentos históricos, cuatro valores definitorios de la UB: compromiso, investigación, cultura y formación.

«El éxito mal gestionado conduce a la acomodación mental, a dar por supuesto las cosas; invita a pensar que puedes detener todo el engranaje porque ya lo tienes. Y en la vida nunca tienes nada asegurado»

La resiliencia como camino

Ayer, Laia Palau se reencontró con su pasado. Dejó la capitanía de UB Barça en 2004, cuando todavía no era profesional, y ha vuelto dieciocho años después para pronunciar la lección inaugural de un nuevo curso académico, un honor reservado a muy pocos. En medio, 33 títulos de club, 12 medallas con la selección española y una carrera legendaria.

«El deporte, y más concretamente el baloncesto, ha sido una constante en mi vida», dijo el deportista, que agradeció el apoyo a sus padres y a su hermano. «La formación es indispensable, pero también debe ser continuada y flexible. Flexible porque debemos ser capaces de adaptarnos siempre. Vivimos en este mundo cambiante y debemos estar permanentemente alerta a lo que sucede dentro y fuera de nuestro ser. Debemos ser capaces de tomar buenas decisiones, eso es lo que se pide a un jugador cuando compite y entrena», explicó Palau.

«Poca gente habla de la gestión del éxito, que parece que no pide esfuerzo porque todo te va bien. Pero el éxito mal gestionado conduce a la acomodación mental, a dar por supuesto las cosas; invita a pensar que puedes detener todo el engranaje porque ya lo tienes. Y en la vida nunca tienes nada asegurado», añadió.

Palau defendió los valores del deporte como indispensables para construir «una sociedad sana»: esfuerzo, superación, capacidad de trabajo, generosidad, autoconfianza y compromiso. Cerró con un clamor a la vida, entre aplausos del público asistente: «Me aferro con uñas y dientes al momento que estoy viviendo. Enfoco con estrategia, sudo, batallo, ruedo, padezco, pienso, empujo, amo, respiro y disfruto. Y así todos los días. Todos los días toca un partido».

En la parte final del acto, Yolanda Souto, representante del Consejo del Alumnado, apuntó durante su intervención: «Hemos visto cómo en los últimos años se han querido impulsar diversas políticas educativas neoliberales que parten de una clara voluntad mercantilizadora». «Desde el Consejo del Alumnado, reiteramos la necesidad de avanzar hacia una universidad que garantice la igualdad de oportunidades: esto pasa por convertirse en una universidad realmente pública y caminar hacia su gratuidad», concluyó.

El presidente del Consejo Social de la UB, Joan Corominas, se refirió a la «paradoja catalana», es decir, «a la disfunción entre ciencia y riqueza, entre ciencia e innovación»: «No hemos dedicado esfuerzos suficientes a construir un sistema de innovación potente que asegure un flujo constante de creación de empresas de base tecnológica y de start-ups, o que ayude a nuestras empresas a convertirse en líderes en todo el mundo».

La consejera de Investigación y Universidades, Gemma Geis, quiso destacar la mejora del presupuesto de 2022, que continuará en 2023 «con un plan de 30 millones de euros que protegerá el talento y garantizará el relevo generacional para seguir fortaleciendo el sistema». Geis defendió «la necesidad de defender el sistema universitario catalán y su singularidad». «Por eso —dijo— debemos protegerlo de la amenaza que supone la LOSU, que no respeta esa singularidad y que afectará importantemente a ámbitos como el del profesorado».

El rector de la Universidad de Barcelona, ​​Joan Guàrdia, cerró los parlamentos y el acto desgranando las líneas maestras del nuevo curso: estabilización del personal, digitalización de la UB, becas salario, nuevo modelo docente e inversión en infraestructuras. «La puesta en marcha del Student Smart Zone y de la nueva configuración del Servicio de Atención al Estudiante es la apuesta más innovadora de los últimos veinte años», dijo. También será el curso en el que finalizará el nuevo modelo docente de la UB y se iniciará un plan de dedicación académica (PDA) de docencia para reivindicar la excelencia y la mejora en la innovación docente: «Revisar los planes de estudio es la herramienta más potente de mejora docente». Por último, Guardia pidió que «lo que hacemos por la Universidad de Barcelona sea comprometido, responsable y de calidad».

Con las notas del Gaudeamus igitur, interpretado por el Coro UB, finalizó el 150º acto de inauguración de curso de la UB en el Edificio Histórico, con un espíritu de alabanza al pasado y una mirada proyectada hacia un futuro de progreso basado en el conocimiento y la innovación. Una universidad histórica, pero preparada para seguir formando, investigando, transfiriendo, innovando y mejorando su entorno.