La Universidad de Barcelona extrema las medidas para reducir el consumo de agua y emprende una campaña de concienciación
Ante el estado de alerta por sequía decretado por la Generalitat de Cataluña, la Universidad de Barcelona ha puesto en marcha medidas de control para asegurar el cumplimiento de las restricciones que la Agencia Catalana del Agua ha aprobado progresivamente. Con el objetivo de lograr un mayor ahorro de agua, la Universidad de Barcelona ha emprendido también una campaña de concienciación, en la línea de la propuesta por la Generalitat de Cataluña. La vicerrectora de Sostenibilidad y Acción Climática, Teresa Sauras, explica que «se están extremando las medidas para seguir reduciendo el consumo de agua», y destaca que «en los últimos 25 años, la Universidad de Barcelona ha llevado a cabo un conjunto de actuaciones que han permitido reducir el consumo de agua en un 70,6 %».
Ante el estado de alerta por sequía decretado por la Generalitat de Cataluña, la Universidad de Barcelona ha puesto en marcha medidas de control para asegurar el cumplimiento de las restricciones que la Agencia Catalana del Agua ha aprobado progresivamente. Con el objetivo de lograr un mayor ahorro de agua, la Universidad de Barcelona ha emprendido también una campaña de concienciación, en la línea de la propuesta por la Generalitat de Cataluña. La vicerrectora de Sostenibilidad y Acción Climática, Teresa Sauras, explica que «se están extremando las medidas para seguir reduciendo el consumo de agua», y destaca que «en los últimos 25 años, la Universidad de Barcelona ha llevado a cabo un conjunto de actuaciones que han permitido reducir el consumo de agua en un 70,6 %».
Concretamente, el consumo de agua global de la Universidad de Barcelona en 2023 fue de 122.813,44 m3, mientras que en 1995 fue de 471.642 m3. Esto ha sido posible mediante actuaciones que abarcan la mejora de las instalaciones, así como las medidas de ahorro de agua en la red de distribución y las prácticas de consumo. Durante los últimos años, se ha llevado a cabo una progresiva monitorización telemática de los consumos de agua de los edificios. Esta monitorización se realiza mediante un programa informático que genera una alarma cuando no se mantiene el consumo por debajo de un umbral prefijado durante la noche. De este modo, se consigue una rápida detección y resolución de fugas y de desperdicio de consumo de agua. Asimismo, se han instaurado medidas como la instalación de grifos temporizadores en distintos edificios.
Concienciación de la comunidad universitaria
Ahoraempieza una campaña de concienciación de la comunidad universitaria. Se difundirán consejos concretos, como la importancia de comunicar la existencia de las fugas de agua, la necesidad de no usar el inodoro para desechar residuos o no dejar correr el agua innecesariamente. «Son mensajes orientados a tomar conciencia de que el agua es un recurso limitado, y que es necesario aplicar buenas prácticas de consumo responsable en cualquier actividad que llevemos a cabo en nuestras instalaciones», explica Sauras.
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