El secuestro de carbono está en riesgo de desestabilizarse en grandes regiones del planeta

Matorral mediterráneo. Foto: Joaquim F.P./Flickr
Matorral mediterráneo. Foto: Joaquim F.P./Flickr
Noticia | Investigación | Divulgación | Sostenibilidad
(23/02/2023)
La región mediterránea, la zona este de África oriental, las costas occidentales de América del Norte y América Central, la India, el Pakistán o el sudeste asiático son las regiones del planeta en las que el proceso de secuestro de carbono tiene un mayor riesgo de desestabilizarse, según un trabajo publicado en la revista Nature.
Matorral mediterráneo. Foto: Joaquim F.P./Flickr
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23/02/2023
La región mediterránea, la zona este de África oriental, las costas occidentales de América del Norte y América Central, la India, el Pakistán o el sudeste asiático son las regiones del planeta en las que el proceso de secuestro de carbono tiene un mayor riesgo de desestabilizarse, según un trabajo publicado en la revista Nature.

En algunas zonas, el secuestro de carbono —la diferencia entre el CO2 que los ecosistemas capturan y el que liberan en la atmósfera— ha variado mucho en los últimos años. El estudio identifica años con mucha productividad vegetal (mayor secuestro de CO2) y años con poca productividad vegetal (menor secuestro de CO2). Esta variabilidad es una señal de que los ecosistemas podrían estar en riesgo de desestabilizarse y entrar en una espiral que los alejase de la situación actual y los llevase a cambios abruptos.

«Por ejemplo, en los ecosistemas mediterráneos, podríamos ver bosques que pasan a ser matorrales sin capacidad de volver a la forma original de bosque», comenta el primer autor del estudio, Marcos Fernández, colaborador del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la Facultad de Biología de la UB, investigador del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF).

«En estas zonas también hemos detectado otra señal: un aumento en su memoria o autocorrelación temporal. Esto nos indica que cada valor está cada vez más positivamente relacionado con el anterior; si un valor es decreciente, el siguiente aún será más decreciente», indica Marcos Fernández, también investigador en la Universidad de Amberes (Bélgica).

El estudio confirma que las zonas que más riesgo presentan de desestabilizarse tienen menos bosques, más cultivos, son más cálidas y han sufrido mayores aumentos en la variabilidad de sus temperaturas. Esto podría estar relacionado con un aumento de los episodios de tiempo extremo, como las olas de calor y de frío.

El equipo ha trabajado con los datos globales de producción primaria neta de los ecosistemas durante el periodo 1981-2018 con dos modelos globales de inversión atmosférica (CAMS y Jena CarboScope), y con datos de producción primaria neta de los ecosistemas de un conjunto de doce modelos dinámicos de vegetación global (TRENDY).

La naturaleza inestable limita el secuestro de carbono

El estudio constata que las regiones con un mayor potencial de desestabilizarse en los últimos años han visto comprometida su capacidad de secuestrar carbono. Por el contrario, las zonas que han tendido a ser menos variables (la Amazonia o regiones del centro y del norte de Europa, entre otras) han aumentado su capacidad de secuestrar de secuestrar carbono. «En el caso de la Amazonia, aunque durante el periodo de estudio de media ha perdido carbono, cada vez pierde menos porque el sistema es ahora menos variable que antes», detalla Josep Peñuelas, profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en elCREAF.

«Poder predecir el ciclo del carbono es clave en la lucha contra el cambio climático. Aunque todavía no sabemos si estos cambios comportarán cambios en el clima o en la capacidad de las plantas para secuestrar carbono, una potencial desestabilización de grandes regiones de la biosfera nos dificulta las predicciones porque aumenta mucho la variabilidad», comenta Jordi Sardans, experto en cambio climático y ecología, miembro del CREAF .

El estudio también revela que las tasas más elevadas de secuestro de carbono se dan en regiones con una biodiversidad intermedia, mientras que en lugares donde la biodiversidad es muy elevada —como los trópicos— esta capacidad de secuestro de carbono es menor. Según los investigadores, esto se podría dar al hecho de que el efecto positivo de la biodiversidad sobre la descomposición y respiración de los ecosistemas tropicales podría compensar el efecto positivo sobre la fotosíntesis, cosa que no ocurriría en otros ecosistemas. Por otro lado, y en contra de lo que se pensaba, las conclusiones también indican que la máxima variabilidad en el secuestro de carbono también se da en regiones con una biodiversidad intermedia.


Referencias

Artículo de referencia:

Fernández-Martínez, M.; Peñuelas, J. et al. «Diagnosing destabilization risk in global land carbon sinks». Nature, febrero de 2022. Doi: 10.1038/s41586-023-05725-1