Los ciudadanos solo renunciarían a las elecciones libres a cambio de triplicar los ingresos, según una investigación de la UB

Noticia | Investigación
(17/01/2024)

El aumento de la polarización política y la aparición de partidos populistas con tendencias autoritarias han generado mucha preocupación sobre la adhesión de los ciudadanos a la democracia y la durabilidad de las instituciones liberales hoy en día. Investigadores de la Universidad de Barcelona y la Universidad de Princeton han utilizado una innovadora metodología para estimar cuánto valoran los ciudadanos la democracia y otros rasgos económicos y sociales, como tener un sistema público de salud o vivir en una sociedad igualitaria. Los resultados, basados ​​en experimentos integrados en encuestas realizadas en Francia, Brasil y Estados Unidos, y publicados en la revista PNAS, muestran que debería triplicarse la renta de los ciudadanos para que estos renunciaran a tener elecciones libres. Ante este fuerte apoyo democrático, el estudio concluye que la democracia no podría peligrar tanto por la desafección ciudadana como por posibles acciones de minorías antidemocráticas.

Noticia | Investigación
17/01/2024

El aumento de la polarización política y la aparición de partidos populistas con tendencias autoritarias han generado mucha preocupación sobre la adhesión de los ciudadanos a la democracia y la durabilidad de las instituciones liberales hoy en día. Investigadores de la Universidad de Barcelona y la Universidad de Princeton han utilizado una innovadora metodología para estimar cuánto valoran los ciudadanos la democracia y otros rasgos económicos y sociales, como tener un sistema público de salud o vivir en una sociedad igualitaria. Los resultados, basados ​​en experimentos integrados en encuestas realizadas en Francia, Brasil y Estados Unidos, y publicados en la revista PNAS, muestran que debería triplicarse la renta de los ciudadanos para que estos renunciaran a tener elecciones libres. Ante este fuerte apoyo democrático, el estudio concluye que la democracia no podría peligrar tanto por la desafección ciudadana como por posibles acciones de minorías antidemocráticas.

«Aunque existe una minoría autoritaria en los tres países, la formación de una mayoría no democrática (ofreciendo más ingresos y/u otros bienes a los encuestados) es muy improbable. Estos resultados implican que, contrariamente a la creciente discusión sobre una posible crisis de la democracia, los valores democráticos liberales permanecen sustancialmente robustos en democracias de renta alta y media», explica Carles Boix, catedrático Robert Garrett de Política y Asuntos Públicos de la Universidad de Princeton y director del grupo de investigación IPErG en la Facultad de Economía y Empresa de la UB, que ha realizado este artículo en colaboración con los profesores Alícia Adserà (Universidad de Princeton) y Andreu Arenas (UB e Instituto de Economía de Barcelona).
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​​​​​​​Estimar el «precio» de la democracia

Este estudio surge en un contexto en el que investigaciones recientes han detectado procesos de reversión de garantías y prácticas democráticas iniciados por cargos elegidos democráticamente. Ante esta amenaza, el objetivo del nuevo trabajo era averiguar hasta qué punto es robusto el apoyo popular a las instituciones democráticas. Con este objetivo, los investigadores han diseñado una metodología, basada en encuestas a 2.000 participantes de cada uno de los tres países, en la que no utilizan preguntas directas, sino que plantean a los encuestados que puntúen a distintas sociedades, que varían de manera aleatoria en características como el nivel de desarrollo económico, la desigualdad de renta, la democracia o el sistema de salud.

Los investigadores han utilizado estas evaluaciones para determinar el valor de la democracia en relación con otras características, que también varían aleatoriamente, como por ejemplo la renta individual que tendrían los encuestados en estas sociedades hipotéticas. «El objetivo es calcular el precio de la democracia y otros rasgos económicos y sociales, y lo hacemos planteando la elección de estas características como si se tratara de un mundo real, donde estamos acostumbrados a elegir entre cosas diversas, teniendo en cuenta los trade-offs – la relación de coste-beneficio – que se pueden producir cuando debemos escoger entre bienes diversos. Por tanto, es un método que también permite estimar el valor que tiene entre la población, un sistema de salud pública, una sociedad igual, etc. De hecho, creemos que esta metodología puede ser útil para economistas y otros científicos sociales a la hora de diseñar instituciones y evaluar distintas políticas», destaca Carles Boix.

La selección de los países (Brasil, Francia y Estados Unidos) ha permitido, según los investigadores, analizar distintos niveles de desarrollo económico e instituciones políticas en estados donde políticos autoritarios y antiglobalizadores han alcanzado altos niveles de popularidad, como Bolsonaro, Le Pen y Trump.

La amenaza de las minorías antidemocráticas

Los resultados obtenidos en los tres países indican que debería multiplicarse la renta de los ciudadanos por tres para que renunciaran a tener elecciones libres. Esta es una «compensación» mucho mayor, por ejemplo, que la que piden para renunciar a otros bienes colectivos. El único bien con un precio más cercano al de la democracia es el de un sistema de salud pública: la renta debería doblarse para que los franceses renunciaran a ello, por ejemplo.

Aunque los investigadores han detectado también una minoría —en torno a una quinta parte de los encuestados—, que prefiere no tener democracia independientemente del resto de las características de la sociedad, constatan una fuerte supermayoría pro-democrática que necesitaría una compensación monetaria sustancial por renunciar a las elecciones libres. «Esta cantidad es importante y nosotros la interpretamos en el sentido de que el apoyo a la democracia es considerable y que llegar a una mayoría iliberal es muy difícil», apunta Carles Boix.

 

Según el artículo, estos resultados hacen difícil a los políticos violar normas e instituciones democráticas centrales y al mismo tiempo mantener el apoyo electoral, al menos en democracias de renta media y alta como las analizadas. «La conclusión es que la crisis de la democracia, si está por venir, no vendrá de lo que algunos investigadores llaman democratic backsliding (la erosión de prácticas e instituciones democráticas hechas por cargos electos), sino de minorías contrarias a la democracia con capacidad de coordinarse para imponerse sobre el resto. Esta última situación ha sido la vía históricamente típica que ha llevado a la caída de las democracias», concluye el profesor Boix, quien ya ha empezado a trabajar para extender el estudio con ciudadanos de otros países.

 

Referencias

Artículo de referencia

Alicia Adserà, A.; Arenas, A.; Boix, C. «Estimating the value of democracy relative to other institutional and economic outcomes among citizens in Brazil, France, and the United States», Proc Natl Acad Sci U S A, noviembre de 2023. DOI: 10.1073/pnas.2306168120