La UB participa en una investigación que confirma la continuidad de la actividad artística en Altamira durante 20.000 años

Techo de los Polícromos de la cueva de Altamira. Imagen: Museo de Altamira / Pedro Saura
Techo de los Polícromos de la cueva de Altamira. Imagen: Museo de Altamira / Pedro Saura
Investigación
(28/06/2013)

La revista americana Journal of Archaeological Science ha publicado en línea un artículo que prueba que las fases iniciales del conjunto pictórico de la cueva de Altamira (Santillana del Mar, Cantabria) fueron realizadas por los primeros grupos de Homo sapiens que poblaron Europa, y que estas muestras artísticas se estuvieron elaborando durante un periodo de al menos 20.000 años (entre 35.000 y 15.200 años atrás), lo cual implica que son más antiguas de lo que se creía. El trabajo, del que está prevista la publicación en edición impresa, constata además el alto valor simbólico que la cueva de Altamira tuvo para los grupos paleolíticos, así como la reelaboración e integración progresiva de los motivos previamente existentes en cada una de las nuevas fases de construcción del conjunto. Altamira, pues, fue un referente, un santuario y lugar de visita durante el Paleolítico.

Techo de los Polícromos de la cueva de Altamira. Imagen: Museo de Altamira / Pedro Saura
Techo de los Polícromos de la cueva de Altamira. Imagen: Museo de Altamira / Pedro Saura
Investigación
28/06/2013

La revista americana Journal of Archaeological Science ha publicado en línea un artículo que prueba que las fases iniciales del conjunto pictórico de la cueva de Altamira (Santillana del Mar, Cantabria) fueron realizadas por los primeros grupos de Homo sapiens que poblaron Europa, y que estas muestras artísticas se estuvieron elaborando durante un periodo de al menos 20.000 años (entre 35.000 y 15.200 años atrás), lo cual implica que son más antiguas de lo que se creía. El trabajo, del que está prevista la publicación en edición impresa, constata además el alto valor simbólico que la cueva de Altamira tuvo para los grupos paleolíticos, así como la reelaboración e integración progresiva de los motivos previamente existentes en cada una de las nuevas fases de construcción del conjunto. Altamira, pues, fue un referente, un santuario y lugar de visita durante el Paleolítico.

El estudio ha sido realizado por un equipo multidisciplinario de químicos y arqueólogos, liderados por el Grupo Consolidado de Alto Rendimiento en Prehistoria de la Universidad del País Vasco, e integrado además por el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH), la Universidad de Barcelona, la Universidad de Bristol y la Universidad de Southampton. Por parte de la Universidad de Barcelona, ha participado en la investigación João Zilhão, investigador ICREA del Seminario de Estudios e Investigaciones Prehistóricas (SERP) de la UB. El SERP, dirigido por el catedrático Josep M. Fullola, es un grupo de investigación vinculado a la cátedra de Prehistoria del Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la UB.

El trabajo ha consistido en la datación por series de uranio, no de la propia pintura, sino de las costras de calcita que se sitúan por encima y por debajo de las figuras pintadas. Este nuevo método no tiene las limitaciones que impone la prueba del carbono 14, que solo es aplicable a un reducido número de motivos rupestres realizados con materia orgánica y que afecta a la integridad de las pinturas. Gracias al procedimiento de series de uranio no se perjudica la conservación de la obra; puesto que no es necesario extraer materia colorante de las imágenes: basta con obtener un poco de calcita para proceder al análisis.

 
El artículo ha tenido en cuenta la distribución espacial de las obras artísticas y su relación con el contexto cotidiano para interpretar los resultados obtenidos en la datación de las sucesivas ocupaciones de la cueva y de las figuras que decoran el techo. Desde este punto de vista, se ha podido afirmar una vinculación estrecha entre el espacio simbólico-religioso y el espacio doméstico de la cueva.
 
La investigación se enmarca en la línea del artículo que publicó la revista Science en junio de 2012 con el título «U-series dating of Palaeolithic art in 11 caves in Spain», fruto de un proyecto de muestreo y medición financiado entre 2008 y 2010 por el Consejo de Investigación del Medio Natural (NERC) británico, que se ha reeditado en 2013-2014 con financiación de la Sociedad National Geographic de Estados Unidos y que vuelve a disponer de fondos del NERC para 2014.