Premio Ramon Margalef: Una investigación rompedora sobre salud cardiovascular

Begoña Benito.
Begoña Benito.
Investigación
(22/01/2018)

El Premio Ramon Margalef del Consejo Social al mejor artículo en una revista reconocida en el ámbito de las ciencias experimentales y de la salud derivado de una tesis doctoral este año distingue a la investigadora Begoña Benito por una investigación rompedora. Concretamente, una que se contrapone a la concepción previa de que el ejercicio físico es saludable en cualquier nivel de práctica. Se trata de un estudio publicado en la revista de gran impacto en cardiología Circulation, y que muestra cómo el ejercicio de resistencia continuado durante años podría provocar alteraciones en la estructura y la función cardíaca y crear un sustrato para padecer arritmias.

Begoña Benito.
Begoña Benito.
Investigación
22/01/2018

El Premio Ramon Margalef del Consejo Social al mejor artículo en una revista reconocida en el ámbito de las ciencias experimentales y de la salud derivado de una tesis doctoral este año distingue a la investigadora Begoña Benito por una investigación rompedora. Concretamente, una que se contrapone a la concepción previa de que el ejercicio físico es saludable en cualquier nivel de práctica. Se trata de un estudio publicado en la revista de gran impacto en cardiología Circulation, y que muestra cómo el ejercicio de resistencia continuado durante años podría provocar alteraciones en la estructura y la función cardíaca y crear un sustrato para padecer arritmias.

El objetivo del estudio, que ha durado cinco años, fue determinar en un modelo animal los efectos cardíacos del ejercicio a largo plazo, lo que no se había analizado hasta la fecha respecto a altos niveles de cronicidad. Para ello, el equipo del Hospital Clínic de Barcelona sometió un grupo de ratas a una hora diaria de ejercicio intenso durante cuatro, ocho y dieciséis semanas —este último periodo representa un modelo de cronicidad importante, que podría ser equivalente a un entrenamiento diario durante diez años en humanos—, y lo comparó con otro grupo de ratas sedentarias (grupo control). Durante ese tiempo, y solo en las ratas sometidas a dieciséis semanas de entrenamiento, los investigadores observaron anomalías en la estructura del músculo cardíaco (fibrosis), especialmente en las aurículas y en el ventrículo derecho.

Este resultado sugiere una relación directa entre el esfuerzo de resistencia realizado de forma continuada y las probabilidades de desarrollar alteraciones cardíacas que pueden predisponer a sufrir una arritmia. Además, se correlaciona con las observaciones clínicas sobre la mayor probabilidad de sufrir fibrilación auricular a largo plazo en atletas de resistencia. Por otra parte, la fibrosis cardíaca localizada en el ventrículo podría ser similar a la que se observa en algunos casos de arritmias ventriculares en deportistas. Asimismo, el estudio demuestra que el cese del entrenamiento a las dos, cuatro y ocho semanas deriva en una remisión significativa de la anomalía cardíaca, particularmente en el ventrículo derecho.
 
El artículo resultante, «Cardiac arrhythmogenic remodeling in a rat model of long-term intensive exercise training», fue seleccionado por los editores de Circulation como uno de los mejores publicados en la revista, y en el presente se ha convertido en un referente del que han surgido numerosas publicaciones. La tesis doctoral de Benito continuó con la publicación de un segundo artículo que utilizaba el mismo modelo: en él se demostró que, efectivamente, la aparición de fibrosis en las aurículas como respuesta al ejercicio intenso y crónico, junto con el aumento del tono vagal, explican la mayor susceptibilidad a presentar fibrilosis auricular en las ratas que han hecho ejercicio.
Es necesario enmarcar esta investigación dentro del principio general de que practicar ejercicio de forma regular previene la aparición de enfermedades cardiovasculares y también mejora la salud de los que las padecen. Es importante remarcar que un estilo de vida físicamente activo va asociado a una disminución de la mortalidad por enfermedad cardíaca en al menos un 30 %, por lo que a mayor actividad física, menor incidencia de eventos cardiovasculares. Como se ha mencionado anteriormente, los hallazgos de la investigación premiada se refieren exclusivamente a prácticas de ejercicio muy intenso y con alto nivel de cronicidad.
 
El estudio premiado forma parte de la tesis doctoral de Begoña Benito, dirigida por Lluís Mont y Josep Brugada, y está firmado por un equipo multidisciplinar con miembros del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS), la Unidad de Arritmias del Hospital Clínic de Barcelona - Universidad de Barcelona, ​​y el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB-CSIC), en colaboración con el Instituto del Corazón de Montreal y la Universidad de Montreal, en Quebec (Canadá). Actualmente, Begoña Benito está desarrollando su labor como investigadora en el Grupo de Investigación Biomédica en Enfermedades del Corazón (GREC), en el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM).