Mozdalifa Elkheir: «Se debe dotar al inmigrante de los recursos psicológicos necesarios, y esto conlleva una intervención psicosocial en diferentes ámbitos»

Mozdalifa Elkheir.
Mozdalifa Elkheir.
Entrevistas
(18/11/2014)

Mozdalifa Elkheir (1972, Sudán) es profesora en el Departamento de Psicología de la Facultad de Educación de la Universidad de Kordofán (Sudán) y en la de la Facultad de Psicología de la Universidad de Barcelona, donde imparte clases en el posgrado de Salud Mental, Procesos Culturales e Intervenciones Psicológicas en Inmigrantes, Minorías y Excluidos Sociales. 

Acaba de presentar su tesis doctoral, titulada Síndrome dʼUlisses, aculturació i personalitat en una població dʼimmigrants àrabs, en la que concluye, a partir de un estudio realizado con trescientas personas, que casi una cuarta parte de la población inmigrante de origen árabe en Cataluña sufre el síndrome del inmigrante con estrés crónico y múltiple, o síndrome de Ulises.

Mozdalifa Elkheir.
Mozdalifa Elkheir.
Entrevistas
18/11/2014

Mozdalifa Elkheir (1972, Sudán) es profesora en el Departamento de Psicología de la Facultad de Educación de la Universidad de Kordofán (Sudán) y en la de la Facultad de Psicología de la Universidad de Barcelona, donde imparte clases en el posgrado de Salud Mental, Procesos Culturales e Intervenciones Psicológicas en Inmigrantes, Minorías y Excluidos Sociales. 

Acaba de presentar su tesis doctoral, titulada Síndrome dʼUlisses, aculturació i personalitat en una població dʼimmigrants àrabs, en la que concluye, a partir de un estudio realizado con trescientas personas, que casi una cuarta parte de la población inmigrante de origen árabe en Cataluña sufre el síndrome del inmigrante con estrés crónico y múltiple, o síndrome de Ulises.

¿En qué consiste el síndrome de Ulises?

Describe un cuadro reactivo de estrés ante situaciones de duelo migratorio extremo que el inmigrante no puede gestionar. Desde la perspectiva psicológica, se considera que la inmigración es un acontecimiento que, como todo cambio, supone una parte de estrés o duelo —duelo migratorio—, un duelo que se dará en menor o mayor grado dependiendo del proceso migratorio. Pero cuando este fenómeno psicológico se presenta en el contexto actual de crisis económica, que ha supuesto adversidades nuevas y dolorosas para los inmigrantes, la inmigración pasa de ser un hecho natural a ser un proceso con unos niveles de estrés tan intensos, que llegan a superar la capacidad de adaptación de los seres humanos, incrementando las dificultades de elaboración del duelo migratorio.

Este sería el aspecto negativo que conlleva la emigración, descrito en el síndrome de Ulises, según la designación propuesta por Joseba Achotegui en 2002, en referencia al héroe griego inmortalizado por Homero, cuya odisea particular se caracterizó por innumerables adversidades y peligros lejos de sus seres queridos, de tal magnitud que, aun siendo un semidiós, el propio Ulises experimentó grandes dificultades para poder sobrevivir a las situaciones terribles a las que se vio sometido.

El estudio que ha llevado a cabo con una muestra de trescientos inmigrantes árabes en Cataluña concluye que casi una cuarta parte de ellos padece este síndrome. ¿Cómo se puede ayudar a estas personas a superar sus miedos?

Normalmente los inmigrantes son personas aisladas; sin embargo, tener relaciones y contacto con la sociedad receptora les aporta más recursos para resolver sus problemas. Pienso, por ejemplo, en el trabajo de las ONG u otras asociaciones. El apoyo psicosocial, especialmente de tipo familiar, tiene un efecto protector ante los estresores a los que se enfrentan. Otro recurso muy importante es aprender a relajarse y dormir bien: el sueño es lo primero que se pierde y es muy importante mantener el hábito de descanso. Además, en el necesario proceso de aprender a aceptar la nueva realidad, hay que intentar buscar el lado positivo de la situación. Es imprescindible  aprender a evitar los pensamientos negativos repetitivos, aprender a pensar con más optimismo. Para todo ello se debe dotar al inmigrante de los recursos psicológicos necesarios, y esto conlleva una intervención psicosocial en diferentes ámbitos.

El estudio pone de manifiesto que en el caso de la población de origen árabe se añaden también la xenofobia, el racismo y la islamofobia creciente. ¿Qué consecuencias tiene esto?

Muchos estudios han demostrado que la religión es un factor de protección ante las dificultades, y que las creencias religiosas tienen efectos positivos en la salud, siendo un elemento importante en el desarrollo de estrategias de afrontamiento eficaces. Pero en el caso del Islam puede ser también un factor de riesgo, ya que muchos inmigrantes árabes musulmanes sufren un tipo de discriminación conocida como islamofobia. Esta actitud ha aumentado mucho en la sociedad española después de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid y, últimamente, por las acciones del Estado Islámico (EI), que han provocado un aumento de la distancia de Occidente con respecto a la sociedad árabe, así como el rechazo a los musulmanes, como indica el informe del Comité Militar de la Unión Europea (EUMC, 2006).

Si añadimos la situación económica actual, los inmigrantes de origen árabe son los más castigados por la crisis económica en comparación con los autóctonos y otros inmigrantes, tienen menos éxito social y económico que el resto de inmigrantes y se sitúan en la escala más baja de la sociedad española.

Como profesora del posgrado de Salud Mental, Procesos Culturales e Intervenciones Psicológicas en Inmigrantes, Minorías y Excluidos Sociales de la UB, lleva años investigando esta cuestión. El hecho de conocer de primera mano (en tanto que usted es de Sudán) las características específicas de la población árabe, ¿ha facilitado la investigación?

Nos encontramos con el primer estudio sobre el síndrome de Ulises en la población árabe sin mediadores. Todos los instrumentos de evaluación, la entrevista y los cuestionarios fueron en árabe. Ser de la misma cultura facilitó mucho la investigación, especialmente con los que están en situación irregular: fue importante tranquilizarlos, asegurarles que no pertenezco a la policía, pero también hubo que aclararles que no iba a ayudarlos a arreglar su situación con los documentos.

¿Reciben ayuda psicológica estas personas? ¿Por parte de quién? ¿Quién les ayuda?

La mayoría de ellos no reciben ningún tipo de ayuda: es una población oculta, invisible. Según la ley, no existen; por lo tanto no reciben ningún tipo de ayuda. Si a ello le añadimos el desconocimiento del idioma, que produce falta de comunicación entre los inmigrantes y la sociedad receptora, tanto en el contexto de vecindad como fuera de ella —en los espacios públicos— aumenta la soledad y el aislamiento. En cambio, la mayoría de estos inmigrantes tienen un contacto muy fuerte con el endogrupo, personas inmigrantes del mismo país o personas inmigrantes de otros países, amigos que también están afectados por la crisis económica.

¿Qué podrían hacer las diferentes instituciones públicas para mejorar la situación de estos inmigrantes?

Definitivamente, deberían mejorar mucho los programas de prevención e intervención psicosocial que se aplican actualmente. Existe el riesgo de patologizar la experiencia migratoria.