Usted afirma que las ciudades de tamaño medio tienen más éxito que las de mayor tamaño. ¿En qué se basa esta afirmación?
Considero que una de las mayores desventajas es que la dificultad para autogobernarse aumenta con el tamaño. ¿Cómo se gestiona una gran ciudad? Las ciudades medianas y pequeñas se gestionan de modo más natural, no tienen que lidiar con distritos complicados, decidir dónde emplazarán carreteras e infraestructuras o gestionar problemas sociales. Además, las grandes ciudades no solo deben tener en cuenta la ciudad, sino también los barrios circundantes que forman el área metropolitana. Para gestionar mejor las grandes ciudades, primero se debería aprender a sacarles partido; pero esto depende de las características de cada país, de la interacción entre el gobierno central y los gobiernos regionales. En el caso de un gobierno centralizado, sería adecuado otorgar algo más de autonomía a las regiones. No obstante, si se trata de un sistema federalista, apostaría por un enfoque centralista; ya que muchos de los problemas regionales no suceden en una única ciudad sino en toda la región.
¿Qué futuro prevé para las grandes ciudades? ¿Qué desequilibrios afectarán a las grandes urbes?
Bueno, espero que un futuro positivo porque sepamos cómo solucionar sus problemas. Las ciudades concentran cada vez más clases sociales diferentes: hay clases muy bajas, en cuanto a ingresos se refiere, y una élite. Esto provoca muchas tensiones y problemas sociales. Las ciudades se convierten en un lugar que no beneficia a todos por igual; al contrario, beneficia únicamente a la élite. Hay un incremento de la economía de servicios y este fenómeno se acompaña de la existencia de personas de alto poder adquisitivo que mantienen relación con ciertos servicios financieros y legales. Por ello, es cada vez más necesario un pacto social que asegure que todos los ciudadanos se benefician de la ciudad de alguna forma. Es necesario encontrar las vías para extender este pacto, con el fin de garantizar que determinado tipo de presiones sociales desaparezcan.
¿Qué políticas son más efectivas para impulsar las zonas rurales de un país?
En mi opinión, es fundamental saber cómo conectar mejor las zonas rurales con las urbanas; ya que es muy complicado crear crecimiento económico en comunidades pequeñas. Las grandes empresas no seleccionan pequeñas comunidades como emplazamiento, y las ofertas de empleo se concentran en la ciudad donde hay más oportunidades, más personal cualificado. Por lo tanto, unir las comunidades rurales con los pobladores urbanos es una de las mejores formas de empezar a crear crecimiento en las zonas rurales, o al menos, conseguir que la vida en el campo sea compatible con el desplazamiento diario a la ciudad.
Disponer de una buena red de transporte es extremadamente importante para las zonas rurales. Obviamente, no se trata de sobreinvertir en infraestructuras que estarán infrautilizadas, sino de crear una red de transportes bien conectada.
¿Qué caracteriza a Barcelona? ¿Cuáles son sus puntos débiles y sus ventajas?
Barcelona es una gran ciudad. Por un lado, se beneficia de tener una ocupación alta y ofrecer oportunidades a personas de todo el mundo. En mi opinión, la fuerza de Barcelona reside en su belleza: está situada en un lugar precioso y tiene un clima maravilloso. Su punto fuerte es su entorno natural. Este tipo de factores son los que hacen que personas innovadoras y talentosas apuesten por ella a largo plazo. Por otro lado, presenta algunos problemas relacionados con la movilidad de las personas, el tráfico, la contaminación o las zonas con barrios desfavorecidos. Estos factores podrían degradar o alterar las oportunidades de Barcelona de ser una ciudad que crece deprisa. Mi recomendación es comenzar por entender el origen de estos problemas para poder desarrollar mejores políticas.
