Joan Guàrdia destaca el compromiso del rector Badia con la lengua y el país en la clausura del Año Badia i Margarit

El acto tuvo lugar en el Instituto de Estudios Catalanes.
El acto tuvo lugar en el Instituto de Estudios Catalanes.
Institucional
(02/02/2021)

En 2020 se conmemoraron los cien años del nacimiento de Antoni Maria Badia i Margarit, eminente filólogo y lingüista catalán y primer rector de la Universidad de Barcelona tras el franquismo. Ayer, 1 de febrero, tuvo lugar la clausura del Año Badia i Margarit con un acto en el Instituto de Estudios Catalanes (IEC) presidido por la consejera de Cultura, Àngels Ponsa. En él intervinieron el rector de la UB, Joan Guàrdia, junto con Carles Duarte, comisario del Año, y Toni Badia Cardús, hijo del rector Badia. El presidente del IEC, Joandomènec Ros, dijo unas palabras de bienvenida.

 

El acto tuvo lugar en el Instituto de Estudios Catalanes.
El acto tuvo lugar en el Instituto de Estudios Catalanes.
Institucional
02/02/2021

En 2020 se conmemoraron los cien años del nacimiento de Antoni Maria Badia i Margarit, eminente filólogo y lingüista catalán y primer rector de la Universidad de Barcelona tras el franquismo. Ayer, 1 de febrero, tuvo lugar la clausura del Año Badia i Margarit con un acto en el Instituto de Estudios Catalanes (IEC) presidido por la consejera de Cultura, Àngels Ponsa. En él intervinieron el rector de la UB, Joan Guàrdia, junto con Carles Duarte, comisario del Año, y Toni Badia Cardús, hijo del rector Badia. El presidente del IEC, Joandomènec Ros, dijo unas palabras de bienvenida.

 

En su parlamento, el rector Guàrdia recordó que Badia i Margarit fue su primer rector, el rector que conoció como estudiante y como joven profesor. Y desde la mirada de aquel joven estudiante y de aquel joven profesor, Guàrdia quiso destacar que el rector Badia era «la representación evidente de lo que significaba la recuperación de los valores democráticos universitarios». Asimismo, también representaba la capacidad de «conocer y definir una universidad diferente porque, y este es su impulso, desde el mismo principio tuvo la necesidad imperiosa de hacernos sentir parte de la institución». Y finalmente, el rector Badia marcó un punto de inflexión al considerar el hecho universitario como hecho de «relevancia no solo científica, sino también social». «Él puso en el foco el papel de la universidad como punto de referencia de movimientos sociales, políticos y de recuperación de normalidad democrática», aseguró Guàrdia.

 

Compromiso con una lengua y un país

El actual rector de la UB destacó como enseñanzas del rector Badia su compromiso con la institución y los valores universitarios; su mirada científica y la vocación de servicio. Respecto a este último punto, dijo que Badia i Margarit «supo poner su persona al servicio de un proyecto, al servicio de un país, al servicio de una comunidad. Por encima de todo estaba su compromiso contundente, rotundo, frecuente, constante, inevitable, con un país y con una lengua que él sabía maltratada». Por todo ello, terminó Joan Guàrdia, «el rector Badia será para siempre mi rector».

Por su parte, Carles Duarte, comisario del Año Badia i Margarit, tras repasar todos los actos que se han hecho para conmemorar la efeméride, reivindicó «la dignidad, la coherencia y la fecundidad de la trayectoria científica, cívica y humana» del profesor Badia.

El hijo, Toni Badia Cardús, también lingüista y profesor emérito de la Universidad Pompeu Fabra, subrayó tres aspectos de su padre. En primer lugar, que su profesión había estado siempre conectada con la dimensión cívica y social: «Su trabajo era la investigación científica, era la docencia y la formación, y era también el compromiso social», dijo. El segundo factor habría sido el cariño por el país y su gente, «el compromiso con el país, con las personas, con la lengua». Y finalmente, señaló algunos valores personales de Badia i Margarit: «Ser capaz de entender a las personas y empatizar con ellas, una fuerza de voluntad férrea, una dimensión ética aplicada a los propios actos y un gran sentido de la justicia». «Este es un poco el legado que los hijos tenemos de nuestro padre», concluyó.

La consejera Àngels Ponsa destacó la dedicación de Badia i Margarit al servicio de la lengua. En su parlamento defendió la tarea de filólogos y lingüistas, que «lamentablemente no siempre tiene la visibilidad que quisiéramos», dijo. Con el Año Badia i Margarit, no solo se ha querido poner en valor a este colectivo —y sobre todo, a la figura de Badia i Margarit en particular—, «sino que hemos querido situar en el centro de la actividad la investigación, el estudio y la difusión de nuestra lengua», concluyó.

 

Año Badia i Margarit

A pesar de las limitaciones de la pandemia, en 2020 se ha celebrado el centenario del nacimiento de Antoni Maria Badia i Margarit con diferentes actividades conmemorativas. El propósito ha sido poner de relieve y divulgar la memoria de quien durante más de setenta años desarrolló una valiosa labor científica con la lengua como eje principal de su vida. Especialista en historia y gramática de la lengua catalana, Badia i Margarit es considerado una figura tan importante para la lengua como lo fue Pompeu Fabra.

Miembro del Instituto de Estudios Catalanes, presidió la Sección Filológica e impulsó la Asociación Internacional de Lengua y Literatura Catalanas y el Grupo Catalán de Sociolingüística. Su obra como lingüista tuvo una gran influencia en la sociedad catalana. Fue el responsable del área de lingüística de la Gran Enciclopèdia Catalana y produjo más de 600 obras sobre morfología, sintaxis, fonética y semántica. Entre sus trabajos más destacados se encuentran Llengua i cultura als Països Catalans (1964), La llengua dels barcelonins (1969) y Gramàtica de la llengua catalana (1995). Por sus aportaciones, fue merecedor de premios tan relevantes como la Cruz de Sant Jordi (1986), el Premio de Honor de las Letras Catalanas (2003) y la Medalla de Oro de la Generalitat de Cataluña (2012).

Badia i Margarit fue elegido rector de la Universidad de Barcelona en diciembre de 1977, el primero en democracia. Como rector de la Universidad de Barcelona (1978-1986), contribuyó durante los años de transición democrática a la catalanización y la democratización de la Universidad, así como a su contacto con la sociedad catalana. Un proceso que culminó en 1985 con la aprobación del Estatuto de la Universidad de Barcelona, con el que se restableció la autonomía universitaria que la institución había tenido durante la Segunda República.

La Universidad de Barcelona se ha sumado a las conmemoraciones del Año Badia i Margarit con la exposición virtual «Badia i Margarit, 100 anys», que recupera contenido sobre el rectorado de Antoni Maria Badia i Margarit expuesto hace unos años (del 3 de diciembre de 2007 al 23 de enero de 2008) en el Edificio Histórico.