El nivel educativo de las familias y la aptitud lingüística de los alumnos son claves para el aprendizaje del inglés en la escuela

Las profesoras de la UB Carme Muñoz y Elsa Tragant.
Las profesoras de la UB Carme Muñoz y Elsa Tragant.
Noticia | Investigación
(24/01/2024)
El nivel educativo de las familias, la aptitud lingüística de los alumnos o las clases de inglés como actividad extraescolar durante la educación secundaria obligatoria (ESO) son factores relevantes para un aprendizaje con éxito de este idioma en la escuela. Esta es una de las conclusiones de un estudio realizado por las profesoras de la Facultad de Filología y Comunicación de la Universidad de Barcelona, ​​Elsa Tragant y Carme Muñoz, que ahora ve la luz en la obra Ten years of English language learning at school (Palgrave Macmillan, 2023).
Las profesoras de la UB Carme Muñoz y Elsa Tragant.
Las profesoras de la UB Carme Muñoz y Elsa Tragant.
Noticia | Investigación
24/01/2024
El nivel educativo de las familias, la aptitud lingüística de los alumnos o las clases de inglés como actividad extraescolar durante la educación secundaria obligatoria (ESO) son factores relevantes para un aprendizaje con éxito de este idioma en la escuela. Esta es una de las conclusiones de un estudio realizado por las profesoras de la Facultad de Filología y Comunicación de la Universidad de Barcelona, ​​Elsa Tragant y Carme Muñoz, que ahora ve la luz en la obra Ten years of English language learning at school (Palgrave Macmillan, 2023).

Las investigadoras han analizado la evolución, desde primero a sexto de primaria, de las competencias en inglés de 140 alumnos, y han hecho un seguimiento de casi una treintena de ellos hasta el final de la ESO, en un total de trece escuelas de Cataluña, mayoritariamente públicas. El resultado ha sido el mayor estudio longitudinal realizado en Cataluña sobre el aprendizaje de terceras lenguas. Lo han llevado a cabo con el apoyo del British Council, el programa Lifelong Learning de la Comisión Europea y RecerCaixa. 

El entorno familiar, clave 

El entorno familiar es un elemento relevante a la hora de analizar la asimilación de los conocimientos de inglés. Los estudiantes con padres más proclives a participar en el proceso educativo de sus hijos obtienen mejores resultados en inglés. «Se demuestra que las familias con un nivel educativo alto que animan a sus hijos a progresar en el aprendizaje del idioma y que les acompañan en el proceso, ya sea con el visionado de series o la lectura en inglés, o con otras actividades, tienen una incidencia evidente en el rendimiento positivo de sus hijos», afirma Carme Muñoz. En cambio, aquellos alumnos que crecen en entornos familiares menos favorables y con menos estudios se ven menos incentivados a aprender el idioma: «Cuando el acompañamiento y la estimulación de los padres es reducido, los estudiantes lo notan negativamente». Esta diferencia entre entornos familiares favorables y menos favorables se ensancha a medida que pasan los cursos y es difícil de abordar desde el aula», añade la profesora Elsa Tragant.   

El inglés como extraescolar 

Las clases de inglés fuera de la escuela también son un factor clave para su aprendizaje. «La mayoría de los alumnos que obtuvieron mejores notas de inglés a finales de secundaria son los que empezaron a hacer inglés extraescolar (cursos en escuelas de idiomas o clases de conversación en casa) a partir de cuarto de primaria o bien en algún momento en la ESO», dice Tragant. «En cambio, ningún alumno con notas bajas de inglés hizo extraescolares durante la ESO», afirma la profesora de la UB. 

Por otro lado, hay una correlación muy importante entre los resultados de las pruebas de competencia de lengua catalana y castellana realizadas en sexto de primaria con los resultados de la prueba de lengua inglesa de este mismo curso. También se constata una fuerte correlación entre una prueba de competencias y otras pruebas de comprensión y producción de inglés, así como en las pruebas de competencias de catalán y castellano. «Estas evidencias confirmarían la hipótesis de que el aprendizaje de primeras y segundas lenguas se alimenta de habilidades cognitivas comunas. También indican que las habilidades verbales en las primeras lenguas posteriormente pueden predecir las aptitudes para aprender lenguas extranjeras y de aquí la necesidad de potenciarlas desde pequeños en casa y en la escuela, con actividades y con rutinas con un gran componente verbal», explica Carme Muñoz. 

Distintos perfiles de alumnos 

Las investigadoras han establecido cuatro perfiles de alumnos, de acuerdo con la percepción que estos jóvenes del aprendizaje del inglés como tercera lengua. 

En el primer grupo hay los alumnos que consideran que aprender inglés es un objetivo «inasumible». Lo viven como una experiencia frustrante y se detecta una falta de aptitud evidente. En el segundo grupo están los estudiantes con un rendimiento bajo que admiten una falta de esfuerzo por su parte, pero que consideran que el inglés es «necesario» para el futuro. En el tercer perfil hay los alumnos que no utilizan el inglés de forma intensiva en el ocio ni se sienten atraídos por la lengua, pero que están predispuestos a aprenderlo y sacan buenas notas. Finalmente, el cuarto perfil lo integran los estudiantes que consideran el inglés como una fuente de satisfacción, porque disfrutan de la asignatura en la academia o en el instituto, y es una lengua que les atrae y ya usan con regularidad en el ámbito personal. 


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