La UB homenajea a los investigadores con proyectos del Consejo Europeo de Investigación en el décimo aniversario de este programa
Este año se celebra el décimo aniversario del programa de ayudas del Consejo Europeo de Investigación (ERC), que durante una década ha otorgado a los investigadores de la UB veintidós ayudas, en varias convocatorias de diversas disciplinas, lo que supone un total de más de 33 millones de euros (33.181.882). Ello representa un 37 % del capital captado por la UB en proyectos europeos durante el período 2007-2017. A partir de estos proyectos del ERC, la UB ha gestionado, a través de la Fundación Bosch i Gimpera, 33 solicitudes de patentes y la creación de una spin-off. La UB es la segunda universidad del Estado en número de ayudas del ERC.
Este año se celebra el décimo aniversario del programa de ayudas del Consejo Europeo de Investigación (ERC), que durante una década ha otorgado a los investigadores de la UB veintidós ayudas, en varias convocatorias de diversas disciplinas, lo que supone un total de más de 33 millones de euros (33.181.882). Ello representa un 37 % del capital captado por la UB en proyectos europeos durante el período 2007-2017. A partir de estos proyectos del ERC, la UB ha gestionado, a través de la Fundación Bosch i Gimpera, 33 solicitudes de patentes y la creación de una spin-off. La UB es la segunda universidad del Estado en número de ayudas del ERC.
Para reconocer la labor de los investigadores galardonados por el ERC, el pasado 23 de junio la Universidad de Barcelona celebró un acto en el Edificio Histórico de la UB. En el encuentro, presidido por el rector de la UB, Joan Elias, han participado Domènech Espriu, vicerrector de Investigación, y José Manuel Fernández de Labastida, jefe del Departamento Científico del ERC, así como una parte de los investigadores de la UB galardonados con ayudas del ERC a lo largo de estos años y representantes del actual equipo rectoral y del anterior.
En su intervención, Joan Elias destacó que, dado su impacto, los proyectos del ERC han demostrado ser «una gran apuesta», y defendió que «la inversión en investigación debe ser sostenida en el tiempo». Por su parte, Domènech Espriu recordó que los proyectos del ERC de la UB «suponen cerca del 10 % de las ayudas que han llegado a Cataluña» e incidió en que «queremos que la investigación sea la señal de identidad de la UB».
Los proyectos del ERC están pensados para «investigadores individuales que proponen proyectos en la frontera del conocimiento», explicó José Manuel Fernández de Labastida, quien destacó que los resultados de la investigación de estos proyectos son «impresionantes» y han permitido situar al ERC en el primer puesto del ranking de agencias de financiación de la investigación, tanto en citas como en colaboración internacional. Fernández de Labastida también subrayó la «necesidad» de incrementar la financiación del ERC en el nuevo programa marco y pasar del 1'5 % al 3 % de la financiación europea.
Los investigadores de la UB galardonados con proyectos del ERC son Anna Alberni, Guillem Aromí, Carles Boix, Isabel Cacho, Antonella Consiglio, Ruth De Diego, Silvia De Zordo, Roberto Emparan, David Mateos, Susana Narotzky, Daniel Prades, José Remesal, Iñaki Ruiz-Trillo, Mel Slater, Pietro Tierno, Licia Verde y Peter Wagner.
Los veintidós proyectos del ERC que corresponden a estos diecisiete investigadores se dividen en diversas tipologías: Starting Grant (diez), Consolidator Grant (dos), Advanced Grant (siete) y Proof of Concept (tres), además de tres proyectos de los que la UB es socia. Las disciplinas implicadas en estas ayudas abarcan la física, la astrofísica, la psicología, la filología, la química, la sociología, las geociencias marinas, la medicina, la psicología, la antropología, la historia y la biología.
Ayudas para investigadores excelentes
Para Mel Slater, galardonado con cuatro ayudas ERC, dos Advanced Grant y dos Proof of Concept, el ERC «es un programa muy bueno, ya que da dinero y tiempo suficientes, e implica poca carga administrativa para los investigadores, en comparación con otras líneas de financiación de la investigación de las agencias de la Comisión Europea». Además, afirma Slater, «se basa en la excelencia y en una gran confianza en los investigadores». Slater es experto en realidad virtual en la Facultad de Psicología y miembro del Instituto de Neurociencias de la UB.
Por su parte, Peter Wagner, investigador del campo de la sociología en la Facultad de Economía y Empresa y ganador de una Advanced Grant, considera que el programa es muy «generoso» y que «estas son ayudas mucho más libres y flexibles que otras: tienes cinco años para desarrollar tu proyecto y crear tu grupo de investigación, y puedes modificar tus ideas a medida que surgen nuevos conocimientos».
Aunque no se puede hablar de un perfil general de los investigadores que han recibido un proyecto ERC, muchos de ellos son investigadores ICREA, o provienen de otras convocatorias como los programas Ramón y Cajal o Marie Curie. Respecto a los investigadores que ya pertenecen a la UB, muchos de ellos han tenidos otros reconocimientos, como el ICREA Academia. Tal como recuerda Isabel Cacho, que ha comenzado este año un proyecto galardonado con una Consolidator Grant, ella tardó cerca de un año en pensar el proyecto y un año más para redactarlo. La experta reconoce que recibir un ICREA Academia fue un «incentivo y un estímulo» gracias al cual pudo dedicar tiempo extra al proyecto, puesto que esta ayuda permite reducir las horas de docencia. «Para la carrera investigadora, una ayuda como esta supone un antes y un después», afirma Cacho, miembro del Grupo de Investigación de Geociencias Marinas en la Facultad de Ciencias de la Tierra.
«La libertad con la que puedes trabajar» es lo que más valora el investigador Daniel Prades, que disfruta de una Starting Grant y una Proof of Concept, llevadas a cabo en la Facultad de Física. Prades destaca también la confianza que esta convocatoria deposita en el investigador, en comparación con otras «mucho más finalistas y fiscalizadoras», aunque reconoce que así debe ser en algunos casos. También subraya que en los proyectos del ERC «planteas lo que realmente quieres hacer de una forma honesta, no tanto aquel proyecto que piensas que tendrá más posibilidades de ser financiado, y eso te permite ser más creativo». Se echan de menos convocatorias como las del ERC, que «ha roto el esquema tradicional y de cuyo éxito hablan los indicadores», concluye Prades.
Proyectos de gran impacto científico
Las convocatorias del ERC están divididas en tres áreas, a su vez divididas en unos paneles temáticos más especializados. Entre estos últimos se distribuye el presupuesto en función de las solicitudes. Tras una primera fase de selección, los investigadores pasan por una entrevista en la que defienden su proyecto. «La entrevista es una experiencia exigente», afirma Prades: «Estás ante un grupo de expertos que saben mucho, te ponen contra las cuerdas y tienes que conseguir persuadirles de tu proyecto».
En estas convocatorias, el peso del currículo y del proyecto presentado es del 50 %. El proyecto debe buscar la excelencia y el impacto científico, concebirse como un cambio de paradigma y suponer una transformación en el estado del campo científico en el que se presenta. Como evaluador de proyectos del ERC, Peter Wagner explica que «el criterio central y único es la excelencia del proyecto y del investigador». «No hay —continúa— otras intervenciones de la agencia, y los evaluadores son libres para reconocer y evaluar la excelencia según sus criterios, conjuntamente con el resto de miembros del panel, con los que mantiene comunicación abierta». Para Wagner, un investigador que quiera presentarse a una convocatoria debe presentar un buen proyecto «sobre lo que verdaderamente quiere hacer, sin temor a que sea algo nuevo y ambicioso». También ha de plantear bien cómo desarrollará su idea y con qué equipo contará para hacerlo.
«El proyecto debe demostrar que es arriesgado sin que sea una locura, y la experiencia avalada por el currículo es la que debe garantizar que tienes la capacidad de llevarlo a cabo», afirma Isabel Cacho, quien considera que «la entrevista es el punto clave, en el que tienes que ser capaz de transmitir tu ilusión y tu convencimiento acerca del proyecto».
Mel Slater recuerda que, en su campo, los proyectos del ERC le han permitido «explorar aspectos de la realidad virtual que eran arriesgados, en el sentido de que implicaban ideas nuevas que podrían no haber tenido éxito». Además destaca que «poder continuar el proyecto con los Proof of Concept es también una gran idea, y hemos tenido éxito al conseguir dos con el fin de explorar los posibles beneficios de nuestros descubrimientos para la sociedad y la empresa».
Daniel Prades comparte esta idea respecto a la convocatoria Proof of Concept y de ella destaca la posibilidad de contratar personas de otros ámbitos, como el de la creación de empresas. Actualmente, su proyecto está en la fase de patentes con el objetivo de crear una start up.
Apoyo a los investigadores
La UB gestiona las ayudas del ERC a través de la Oficina de Proyectos Internacionales de Investigación (OPIR), desde donde también se organizan jornadas informativas y se contacta con facultades e institutos para buscar posibles candidatos entre los grupos de investigación. La OPIR les ofrece asesoramiento y apoyo para sus candidaturas, además de llevar a cabo la gestión posterior una vez han conseguido la ayuda. «Es evidente que obtener un proyecto ERC es un gran impulso para la carrera investigadora», afirma Iñaki Sánchez, jefe de la OPIR, quien añade que obtener uno de estos proyectos individuales es, además, una oportunidad de cara a participar en proyectos colaborativos.
Las convocatorias son altamente competitivas y, por lo tanto, los investigadores «deben autoevaluarse para decidir cuál es el mejor momento para presentarse a un proyecto ERC», concluye Sánchez.