Las previsiones globales del FMI: no es la crisis de la covid-19, pero eso no es un consuelo
Primavera en Washington
Cada comienzo de primavera se celebran en Washington las Spring Meetings (reuniones de primavera) del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. A lo largo de una semana, se ofrecen seminarios, sesiones informativas y conferencias de prensa con el foco puesto en la economía global, el desarrollo internacional y los mercados financieros mundiales. Tanto en estas Reuniones de Primavera como en la Reunión Anual, que se celebra cada otoño, el FMI publica sus previsiones globales de crecimiento económico.
Para su Spring Meeting 2025, el FMI ha publicado una previsión de referencia, pero también una adenda en la que analiza los eventos arancelarios que se produjeron entre el 9 al 14 de abril. Según la publicación de referencia, el PIB mundial crecería el 2,8 % en 2025 y el 3,0 % en 2026. Para la zona euro, el crecimiento sería de 0,8 y 1,2 %, respectivamente.
Más allá de los números, estas previsiones representan una revisión substancial (a la baja). A nivel global, la bajada para 2025 (respecto a la revisión de enero es de 0,5 % y para la zona euro de 0,2 %.
A continuación quiero centrarme en lo que creo que es la clave del informe del FMI y la explicación de su tono pesimista: vivimos en un mundo mucho más incierto que en enero de 2025.
Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation.
Cada comienzo de primavera se celebran en Washington las Spring Meetings (reuniones de primavera) del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. A lo largo de una semana, se ofrecen seminarios, sesiones informativas y conferencias de prensa con el foco puesto en la economía global, el desarrollo internacional y los mercados financieros mundiales. Tanto en estas Reuniones de Primavera como en la Reunión Anual, que se celebra cada otoño, el FMI publica sus previsiones globales de crecimiento económico.
Para su Spring Meeting 2025, el FMI ha publicado una previsión de referencia, pero también una adenda en la que analiza los eventos arancelarios que se produjeron entre el 9 al 14 de abril. Según la publicación de referencia, el PIB mundial crecería el 2,8 % en 2025 y el 3,0 % en 2026. Para la zona euro, el crecimiento sería de 0,8 y 1,2 %, respectivamente.
Más allá de los números, estas previsiones representan una revisión substancial (a la baja). A nivel global, la bajada para 2025 (respecto a la revisión de enero es de 0,5 % y para la zona euro de 0,2 %.
A continuación quiero centrarme en lo que creo que es la clave del informe del FMI y la explicación de su tono pesimista: vivimos en un mundo mucho más incierto que en enero de 2025.
Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation.