Menos, pero más: entendiendo la pérdida de genes en la evolución

31/03/2025
Cristian Cañestro | Profesor del Departament de Genètica, Microbiologia i Estadística

Cristian Cañestro

Profesor del Departament de Genètica, Microbiologia i Estadística

El genoma es la secuencia completa de ADN de un organismo, que suele ser casi idéntica entre individuos de una misma especie. Desde una perspectiva evolutiva, puede considerarse un sello de identidad, pues contiene la información genética única de cada organismo. A su vez, las mutaciones que alteran esta secuencia pueden originar cambios biológicos que, en algunos casos, dan lugar a la aparición de nuevas especies. 
En las últimas décadas, la secuenciación de genomas de miles de especies nos ha permitido comprender mejor cómo la evolución ha moldeado la extraordinaria diversidad de la vida en la Tierra. Uno de los hallazgos más reveladores es que la pérdida de genes puede desempeñar un papel tan importante como su adquisición en la evolución de las especies. 

Aunque intuitivamente asociamos la pérdida de genes con una reducción de funciones, la hipótesis de “menos es más” propone que en algunos casos las pérdidas pueden conferir ventajas evolutivas. 

Existen múltiples ejemplos: en humanos, la pérdida de ciertos receptores celulares otorga resistencia a enfermedades como la malaria o el VIH. En colibríes, la pérdida de genes del metabolismo energético y de la musculatura facilitó la evolución de su característico vuelo estacionario. 

Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation