La energía oscura podría no ser constante: este descubrimiento podría transformar por completo todo nuestro modelo de historia cosmológica
Hace pocos días, un comunicado de prensa anunciaba los resultados pioneros logrados gracias al instrumento espectroscópico de energía oscura (DESI), instalado en el telescopio Nicholas U. Mayall, en Arizona. Este amplio estudio, que analiza las posiciones de quince millones de galaxias, constituye el mayor mapeo tridimensional que se ha hecho del universo hasta ahora: la luz de las galaxias más remotas registradas en el catálogo DESI se emitió hace once mil millones de años, cuando el universo tenía aproximadamente una quinta parte de su edad actual.
Los investigadores de DESI estudiaron una característica en la distribución de las galaxias que los astrónomos denominan oscilaciones acústicas bariónicas. Al compararla con las observaciones del universo temprano y supernovas, han podido sugerir que la energía oscura, la misteriosa fuerza que impulsa la expansión de nuestro universo, no es constante a lo largo de la historia del universo.
Una visión optimista de la situación es que tarde o temprano se descubrirá la naturaleza de la materia oscura y la energía oscura. Las observaciones preliminares de los resultados de DESI ofrecen al menos una pequeña esperanza de conseguirlo.
Este artículo se ha publicado originalmente en The Conversation.
Los investigadores de DESI estudiaron una característica en la distribución de las galaxias que los astrónomos denominan oscilaciones acústicas bariónicas. Al compararla con las observaciones del universo temprano y supernovas, han podido sugerir que la energía oscura, la misteriosa fuerza que impulsa la expansión de nuestro universo, no es constante a lo largo de la historia del universo.
Una visión optimista de la situación es que tarde o temprano se descubrirá la naturaleza de la materia oscura y la energía oscura. Las observaciones preliminares de los resultados de DESI ofrecen al menos una pequeña esperanza de conseguirlo.
Este artículo se ha publicado originalmente en The Conversation.