¿Cómo evitar que los bosques de algas marinas se conviertan en blanquizales?
Los erizos son invertebrados marinos que actúan como agentes modeladores de la riqueza biológica de los fondos oceánicos. Pero una proliferación excesiva de erizos también puede tener un grave impacto ecológico sobre los fondos marinos, ya que reducen la cobertura de algas y en consecuencia limitan la supervivencia de otras especies marinas. Determinar la dinámica y los factores que transforman los bosques de algas en auténticos blanquizales submarinos es el objetivo de un nuevo trabajo publicado en la revista Philosophical Transaction of the Royal Society B, y firmado por los profesores Bernat Hereu y Mikel Zabala.
Los erizos son invertebrados marinos que actúan como agentes modeladores de la riqueza biológica de los fondos oceánicos. Pero una proliferación excesiva de erizos también puede tener un grave impacto ecológico sobre los fondos marinos, ya que reducen la cobertura de algas y en consecuencia limitan la supervivencia de otras especies marinas. Determinar la dinámica y los factores que transforman los bosques de algas en auténticos blanquizales submarinos es el objetivo de un nuevo trabajo publicado en la revista Philosophical Transaction of the Royal Society B, y firmado por los profesores Bernat Hereu y Mikel Zabala.
De las comunidades de algas marinas a los blanquizales
Los erizos de mar o garotas son organismos clave en la dinámica de los ecosistemas litorales de los océanos. Tal como explica el profesor Bernat Hereu, «los erizos se encuentran en un nivel intermedio en la red trófica, ya que se alimentan de algas y son depredados por peces (sargos, doradas, etc.). En situaciones de sobrepesca, por ejemplo, la población de erizos puede llegar a dispararse hasta el punto de transformar los tapices y las praderas algales en blanquizales submarinos, poco productivos y de baja biodiversidad».
Pero las predicciones del modelo general que vincula áreas marinas con mucha pesca, sobrepoblación de erizos y poca cobertura algal no siempre se cumplen. «Esta correlación general peces-erizos-algas no siempre es cierta», apunta Hereu. «Hay reservas marinas —continúa el experto— que son ricas en peces, erizos y blanquizales, y otras en las que, por el contrario, no abundan ni los peces ni los erizos de mar, y los bosques algales están bien conservados. Esto nos indica que hay interacciones desconocidas que pueden alterar la dinámica del sistema y desviar estos procesos».
Para descifrar cuáles son los procesos que afectan a la transformación de los bosques algales en blanquizales oceánicos, los autores del artículo han aplicado un protocolo común de estudio en trece áreas marinas templadas de todo el mundo. Todo indica que el proceso no tiene un régimen lineal, sino que responde a cambios repentinos sobre los ecosistemas marinos. En un momento determinado, el sistema ecológico se colapsa, cambia bruscamente y hay una pérdida importante de biodiversidad. «Estos cambios, que deben abordarse desde la teoría de cambio de los estados estables alternativos, siguen un modelo gráfico de histéresis», puntualiza Hereu.
Objetivo: recuperar la población de algas marinas
Las algas también son especies de gran valor ecológico en los ecosistemas marinos. Son productoras primarias, fijan el sustrato, modifican el entorno y crean microhábitats para otras especies marinas. Según el estudio, los procesos de retroalimentación que potencian la estabilidad y la recuperación de bosques algales son la presencia de predadores de erizos (macrodepredación y microdepredación), la pesca de erizos, una elevada productiva macroalgal, una alta biomasa de algas en el lecho marino, y fenómenos como tormentas o cambios en la temperatura del mar que pueden limitar la población de erizos, entre otros factores.
Protegiendo la biodiversidad en los fondos marinos
Por el contrario, los factores que potencian la progresión de los blanquizales marinos son la sobrepesca, tormentas o cambios en la temperatura del mar que pueden favorecer la proliferación de erizos, la disminución en la producción de algas, el efecto protector de los erizos adultos sobre la población más joven, o algunas intervenciones humanas, que afectan negativamente a la biodiversidad y la riqueza biológica asociada a los fondos marinos.
Fotografías: Bernart Hereu (Departamento de Ecología UB)