Las cátedras y las aulas, un modelo de éxito para el impulso de la investigación y la docencia en beneficio de la sociedad


El rector de la Universidad de Barcelona, Joan Guàrdia, calificó el acto como «un reconocimiento de confianza institucional y académica entre la Universidad y las entidades promotoras, un intangible que para nosotros tiene un valor enorme». «Como universidad, queremos tejer ecosistemas que posibiliten cambiar las vidas de la gente a la que nos dirigimos y de ese objetivo también participáis en buena parte», afirmó, refiriéndose a las entidades patronas.
La vicerrectora de Emprendimiento, Innovación y Transferencia de la UB, Mercè Segarra, repasó durante el discurso las principales cifras alcanzadas en los últimos años. Destacó el aumento de las once cátedras de 2018 hasta las setenta y dos actuales, y subrayó que en el último año se han creado trece cátedras y cuatro aulas nuevas. Segarra también se congratuló de la consolidación de este modo de colaboración en el ámbito de las ciencias sociales y humanidades y señaló como casos de éxito la feria Blue Careers Day —la feria de empleo que conecta estudiantes y jóvenes profesionales con empresas líderes de la economía azul sostenible—, el premio ASIRE concedido a la
Cátedra UB Edu1st de Neuroeducación o la publicación del libro Comunicación tributaria clara. Una aproximación interdisciplinar, en el marco de la Cátedra UB DIBA de Comunicación Clara Aplicada a las Administraciones Públicas.
Marina Romeo, profesora de la Facultad de Psicología de la UB y directora de la Cátedra UB Fundación Cassià Just - Cuina Justa de Integración de Personas con Discapacidad y del Aula UB de Integración Laboral de Personas con Discapacidad, intervino en representación del personal docente e investigador de la UB. Romeo incidió en que las cátedras «son espacios de colaboración para dar respuesta a retos globales y que tienen un impacto directo en la evolución de las ciencias de la salud, humanidades y educación, entre otros ámbitos».
La profesora resaltó que son instrumentos clave para «garantizar una formación de excelencia para el alumnado, ya que tienen una oportunidad única de interactuar con profesionales del sector y prepararse para el mercado laboral». Finalmente, agradeció el apoyo de las entidades patronas y expuso como ejemplo de éxito de esta forma de colaboración que el 54 % del alumnado de su cátedra, cuya finalidad es favorecer el desarrollo profesional de personas con discapacidad, haya encontrado empleo.
El presidente del Consejo Social de la UB, Joan Corominas, puso las cátedras como ejemplo de «colaboración fructífera entre universidad y sociedad, con una clara vocación social y cultural en beneficio de toda la sociedad». Corominas cifró en 2,5 millones de euros los ingresos que suponen para la UB las cátedras y aulas universitarias, «una forma de colaboración que debería incentivarse más con una nueva ley de mecenazgo». El presidente del Consejo Social cerró la intervención destacando la relevancia actual de las microcredenciales, «programas con un enfoque profesionalizador para mejorar y actualizar conocimientos y competencias para dar respuesta a las necesidades del mercado laboral».
El rector entregó diplomas de reconocimiento a las entidades patronas que han creado cátedras en colaboración con la UB durante los años 2024 y 2025. Al acto asistieron doscientas personas, entre ellas directores de cátedras y representantes de empresas